Las ayudas en pobreza energética se disparan en Tarragona y Reus
Las dos ciudades ponen en marcha un servicio de asesoramiento energético
Las ayudas de urgencia de Servicios Sociales a Tarragona ciudad para familias que sufren pobreza energética se han disparado un 128% en los últimos tres años. Del 2013 en el 2016, las ayudas concedidas han pasado de 342 a 782. En Reus, donde el noviembre pasado murió una mujer mayor que se encontraba en situación de pobreza energética, se destinaron más de 375.000 euros en este tipo de ayudas durante el 2016. Ambas ciudades han decidido poner en marcha un servicio de asesoramiento energético. En Tarragona está dirigido a familias vulnerables y a Reus, a la ciudadanía en general, si bien comparten el mismo objetivo: paliar al máximo los factores que pueden desencadenar pobreza energética, como tramitar el bono social de electricidad o modificar la potencia contratada en el domicilio, en la mayoría de casos, sobredimensionada. El servicio se ofrece desde centros cívicos. En Tarragona, desde el 20 de abril, ya se han atendido a 39 personas.
Este proyecto arranca del trabajo conjunto y transversal de las dos ciudades, de diferentes colores políticos, en la mesa de la pobreza energética. Aparte de trabajar al personal propio de Servicios Sociales, se han contratado técnicos del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de la demarcación de Tarragona.
Cada ciudad implanta su servicio de asesoramiento, con matices diferentes, pero comparten objetivo, y es que el cliente pueda tener el mejor trato en su recibo de la luz, el agua y el gas, sobre todo con el gran desconocimiento que impera sobre los contratos en estos suministros.
Cambiar de comercializadora, modificar la potencia contratada o la discriminación horaria o tramitar el bono social de electricidad son algunas de las principales gestiones que los profesionales tramitarán para los interesantes. En Reus sólo tenían buenos sociales, menos de un 10% de las familias con ayudas.
En el caso de Tarragona, son usuarios derivados desde Servicios Sociales. A través de este servicio, se hace un primer contacto con el usuario y, si se considera oportuno, se lleva a cabo una visita con el fin de hacer una pequeña auditoría energética en el domicilio para valorar si hacen falta intervenciones para paliar deficiencias.
De las 782 ayudas del año pasado de Servicios Sociales de Tarragona, 456 correspondían a familias con dificultades con la electricidad, 195 era por el servicio de agua y 131, por el gas -cuándo el año 2013 se habían tramitado 194, 76 y 72, respectivamente. En estos tres años, las ayudas de Ematsa también se han disparado, de 264 a 557.
«No tenemos fecha de caducidad, eso se irá llevando a cabo de una manera continuada y con la intención de hacerlo extensivo a otros centros cívicos de la ciudad», ha explicado la concejala de Políticas de Igualdad y Servicios a la Persona del Ayuntamiento de Tarragona, Ana Santos. «Las dos ciudades hemos tenido que aprender a trabajar conjuntamente y se ha adelantado muchísimo; o nos ponemos todos los agentes y las administraciones a trabajar con el mismo objetivo o será difícil que las familias vulnerables dejen de estar en situación de desventaja», ha concluido la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Reus, Montserrat Vilella.