Las cabezas de mula romanas encontradas en el solar de la Guardia Civil son únicas en Hispania
Estos elementos formaban parte de la decoración de una cama y su aspecto original era dorado
Las dos cabezas de mula fechadas en los siglos I aC-I dC, que fueron localizados en la excavación arqueológica realizada en el antiguo cuartel de la Guardia Civil, son los primeros de sus características encontrados en Hispania. Estos elementos decorativos formaron parte del soporte del respaldo de un triclinium. La estructura de estas camas era de madera y tenía dos respaldos en los extremos en forma de almohada ondulado, denominados fulcra.
En un acto celebrado ayer a Casa Castellarnau y que contó con la participación de expertos, la directora de la excavación, Judit Ciurana, destacó que en Hispania sólo se han encontrado cuatro elementos pertenecientes a camas de época romana, a las cuales hay que sumar ahora las dos cabezas de mula. Estos animales estaban estrechamente relacionados «con Baco y hacían referencias a banquetes, en lo que conocemos como carpe diem». Ciurana agregó que «el poeta Juneval habla en uno de sus escritos de mulas que decoran camas y dice que se emborrachaban». Eran un símbolo muy festivo y de desenfreno.
La directora de la excavación explicó que las dos cabezas fueron descubiertos juntos, uno sobre el otro, circunstancia que invita a pensar que «alguien los pudo robar y esconder en este lugar». De hecho, las cabezas de mula «son anteriores a la construcción del edificio».
Por otra parte, Ciurana subrayó que los restos arqueológicos localizados en la calle López Peláez informan de la presencia de estancias «similares a almacenes portuarios y otras, más pequeñas, podrían ser de una vivienda». Su construcción se puede fechar en la segunda mitad del siglo I dC y el inmueble se encontraba a unos cien metros de la muralla.
Doradas y con plata
El restaurador de bienes culturales Pau Arroyo explicó que «las piezas son de gran calidad, de bronce con incrustaciones de plata, sobre todo a la zona de los ojos, y originariamente serían doradas». Arroyo informó de que «no se encontraron restos de pintura». En una de las cabezas destaca la presencia de una tonalidad rojiza y, en el otro, verde. Arroyo comentó que el color rojo «es porque este bronce contenía cuprita, mientras que el verde es por la presencia de malaquita». Cuando el cobre está soterrado, como en el caso de las cabezas de mula, «el metal se transforma en los minerales de origen».
Las piezas serán depositadas en próximas fechas en la Generalitat. Mientras eso no suceda, las personas interesadas en verlas pueden visitarlas en el Museo de Historia de Tarragona (MHT), dijo la concejala de Cultura, Begoña Floria, quiénes anunció que «intentaremos que se puedan mostrar en el curso de Tarraco Viva». La destinación final de las piezas será, de entrada, el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona.
La excavación del solar no se ha completado y se proseguirá con la misma próximamente.