Juárez critica el servicio de ambulancia que lo llevó al hospital por un infarto

Ángel Juárez, presidente de Mare Terra–Fundació Mediterrània, ha denunciado el servicio de ambulancia después de «vivir en primera persona» un episodio que lo llevó al hospital. El pasado 30 de abril, Juárez se encontraba en su casa, en Monnars, cuando empezó a sentir un fuerte dolor que fue el aviso del infarto que estaba sufriendo. «He vivido en mis carnes qué puede sentir una persona cuando sufre un ataque como este y la ambulancia tarda en llegar al domicilio del enfermo», ha explicado a Diari Més.

El presidente de Mediterrània se encontraba en su domicilio cuando «a las 12 horas noté un dolor que iba en aumento e, inmediatamente, llamé al 112. Pasaban los minutos y no me desenganché del teléfono ya que, a pesar del fuerte dolor que sufría, desde la otra banda no dejaban de pedirme el número del carnet de identidad y otros datos, y, delante de eso, les dije que ya los daría cuando estuviera en la ambulancia». Después de varios minutos pendiente del 112, «decidí llamar al director general de Emergencias Médicas y explicarle lo que estaba «sucediendo». La ambulancia «llegó unos treinta minutos después de hacer la primera de las llamadas, incluso después de ponerme en contacto con mi hijo, que se encontraba en Reus y llegó a casa antes de que lo hiciera la ambulancia». Cuando el vehículo hizo acto de presencia, «mi sorpresa fue que no era una ambulancia UCI, sino una normal, y sólo estaban al cargo el conductor y un sanitario».

Juárez lamentó el hecho de que «tuve que esperar una ambulancia proveniente de Torredembarra, cuando la base en Tarragona se encuentra a diez minutos de casa mía. En aquellos momentos, el dolor ya era insoportable». El presidente deMediterrània ha afirmado que «si hubiera sido un ataque agudo, me habría quedado en el lugar», y subrayó que «al preguntar porque no había venido el UCI, me dijeron que estaba ocupada».

El destino de Juárez fue el Hospital de Santa Tecla donde, después de varias pruebas, «confirmaron que sufría un infarto». Después de pasar el día y la noche al UCI, el enfermo fue trasladado al Hospital Juan XXIII. «En Santa Tecla, vino a visitarme al director general de Emergencias Médicas, que en todo momento se preocupó por mi situación, pero aun así, tuve que esperar dos horas a que una ambulancia se me trasladara al Juan XXIII».

«Es una vergüenza»

Juárez agradeció «el trato recibido por el personal sanitario, que es el primero que está sufriendo los recortes,», pero lamentó todo lo que rodeó el servicio de ambulancia que atendió su caso. «Es una vergüenza como está en nuestra ciudad el tema de las ambulancias, con un servicio insuficiente y colapsado: hay que poner una solución».

La experiencia con el 112 «fue como cuando llamas en un teléfono y te dicen que las líneas están ocupadas, que esperes un momento, con la diferencia que en aquellos momentos estaba sufriendo un infarto: en la ambulancia no me dieron ni una pastilla».

Juárez, que en los últimos tiempos ha vivido varios episodios relacionados con enfermedades graves, se ha mostrado «muy sensible» y ha reclamado «la revisión del contrato con las empresas que aportan las ambulancias».