Un grupo de taxistas ilegales opera «con impunidad» a la estación de autobuses
Taxistas y tres empresas de autobuses denunciarán próximamente las actividades que lleva a cabo «un colectivo de entre quince y veinte personas diariamente»
Un grupo de entre quince y veinte presuntos taxistas ilegales opera, «diariamente y con impunidad» en la estación de autobuses de Tarragona. Así lo aseguran de una lado, los taxistas tarraconenses, y del otro, algunos trabajadores de las empresas de autobuses que hay en la estación. Según declaraba a este medio el presidente del Sindicato de Taxis de Cataluña en la ciudad, Ramón Miró, «hace mucho tiempo que hemos detectado la presencia de taxis pirata intentando conseguir clientes en la estación de autobuses». Otro taxista, que no quiso dar su nombre por «miedo a represalias», detallaba que «son un grupo de entre quince y veinte personas con bastantes vehículos, la mayoría antiguos y con matrícula de Tarragona o Barcelona».
Los efectos negativos de esta práctica la sufren también las empresas de autobuses que trabajan en la estación. Uno de los trabajadores de Eurolines explicaba con detalles su modus operandi: «Llegan a la estación por la mañana, hacia las 10:30 horas. Se saludan, hablan un rato y empiezan a movilizarse. Algunos se esperan en las barandillas de las escaleras que hay para llegar al andén inferior, y otros se sientan en la cafetería. Cuando llega un autobús con mucha gente, se acercan a los viajeros y ofrecen su servicio. Cuando consiguen clientes, se los llevan fuera de la estación y cargan los vehículos».
Los presuntos taxistas ilegales aparcan sus vehículos en la zona naranja de la calle Enric d'Ossó o en las zonas azules o reservadas de la Vía Roma. De esta manera, expresaban los taxistas y el trabajador, «evitan que los veamos y podamos pararlos». Además, el trabajador de la empresa de autobuses recibió amenazas por parte de estos individuos. «Hace unos días uno de ellos se acercó a la taquilla y me dijo que me quedaría sin trabajo, que la empresa duraría cuatro días y me echarían. Constantemente intentaba tocarme la mano y hablaba en tono amenazante», explicaba.
Por otra parte, tanto taxistas como trabajadores aseguraban que «los clientes más habituales de los taxis pirata son viajeros que se dirigen al sur de España, como por ejemplo Algeciras, o también a Lleida». Según decían, «aprovechan la llegada de inmigrantes y les dicen que su servicio es más barato que el de los taxis o los autobuses convencionales».
Las empresas de autobuses Alsa, Eurolines y LineBus denunciarán, junto con los taxistas tarraconenses, las prácticas ilegales que ven diariamente en el interior de la estación. Según decían, «estamos hartos de este intrusismo y queremos que se detenga».