El concejal de Cultura de Tarragona cuestiona 'el poco retorno' de los festivales SCAN y REC
En una entrevista en Tarragona 21, Josep Maria Prats afirma que la cultura en la ciudad no puede tener como objetivo «el entretenimiento»
El concejal de Cultura de l'Ajuntament de Tarragona está dispuesto a remover todo el sector cultural de la ciudad de Tarragona hasta dejarlo a su gusto. Este lunes, en una entrevista publicada en el digital Tarragona 21 , Josep Maria Prats (Unió) afirmaba que su departamento se está planteando el futuro de los festivales REC y SCAN, de cine y fotografía. La razón principal es, según el concejal, el retorno que estos acontecimientos tienen por la ciudad, con «200 o 300 espectadores». A pesar de eso, Prats afirma que su voluntad no es suprimir los festivales, sino, como recoge Tarragona 21, «lo repensaremos, y analizaremos qué retorno tiene».
La estructura cultural de Tarragona no tiene que tener, según el concejal, el entretenimiento como objetivo y destacaba como ejemplo de esta estructura, su Plan de Bibliotecas, que pretende generar una red de bibliotecas municipales repartidas por la ciudad. Según Prats la manera de funcionar hasta ahora en la concejalía de Cultura, «era muy dispersa, buscando atender muchas cosas, que ha provocado que en 40 años de democracia no tengamos ningún proyecto consolidado que haga que Tarragona sea referencia en nada en el ámbito cultural».
Parte del problema es, según el concejal, haber acostumbrado a la gente «a lo que es fácil, la política de la subvención, sin crear cimientos».
Prats se preguntaba qué espacios culturales de referencia ha conseguido tener la ciudad. «No tenemos una sala de exposiciones, tenemos dos teatros que como diría Josep Maria Recasens son centros parroquiales, ninguna biblioteca municipal. ¿Qué tenemos? Nada. Ni grupos de música organizados, y festivales efímeros que a veces son ocurrencias de personas que pasan, afirmaba el concejal, según recoge Tarragona 21.
En la entrevista, firmada por Jaume Garcia, Prats era especialmente crítico con la situación actual en materia artística, «¿Cuántos artistas son de referencia en Tarragona? NInguno. Nos hemos propuesto picar piedra para crear una estructura». Del replanteamiento que Prats se propone en el sector cultural público tarraconense, «quien sufrirá las consecuencias», explicaba, «son aquellos artistas que recibían 2.000 o 3.000 euros por su trabajo, pero del cual no quedaba nada para la ciudad».