Los tenderos de Tarragona dudan si abrir los domingos que atraque un crucero
Las opiniones son diversas y no se tiene claro si el beneficio obtenido se corresponderá al esfuerzo hecho
Los tenderos de Tarragona, y de modo especial los del centro de la ciudad, dudan de la conveniencia de abrir sus establecimientos aquellos domingos que atraquen cruceros en el Port. El beneficio que podrían sacar hace que muchos retrocedan, teniendo en cuenta el coste que supone levantar la persiana. De hecho, de los 39 cruceros que tienen previsto visitar la ciudad este año, sólo tres lo harán en domingo y cinco lo harán en sábado. La mayoría, los de Costa Cruceros, lo harán en viernes. El primero que atracará en domingo será el T. Majesty, y lo hará a las 8 horas del 2 de julio.
El interés de los tenderos parece chocar de frente con la propuesta que hizo el Ayuntamiento, de promocionar una Zona d’Acolliment de Creueristes (ZAC), en la cual se han implicado varias organizaciones como la Cambra de Comerç, La Via T, Botiguers de Tarragona, la Associació de Venedors del Mercat Central o la Associació de Restauradors de la Part Alta, entre otros. El objetivo del gobierno municipal es buscar una fórmula que favorezca el comercio a partir de la llegada de miles de cruceristas.
El presidente de La Via T, Salvador Minguella, manifestó a Diari Més que entre los tenderos «hay disparidad de opiniones entre los que quieren abrir y los que no», y añadió que ahora mismo «está todo parado». Minguella dijo que el número de comercios dispuestos a aplicar un horario especial por la llegada de cruceros sería entre treinta o cuarenta, como mínimo, aunque no dispone de una cifra exacta. El presidente de la entidad dijo que las conversaciones para plantear abrir los domingos van con retraso. La zona afectada por la ZAC ocupa un espacio que incide en los comercios ubicados entre Corsini, la Rambla Nova y Verdaguer. En este entorno hay de la orden de 1.500 tiendas.
Por su parte, Ferran Milà, presidente de Botiguers de Tarragona, dijo que «cualquier medida que se tome para favorecer el comercio es bienvenida», pero cuestionó el hecho que los tenderos tengan que aportar veinte euros mensuales en la edición de un plano de la ciudad destinado a los cruceristas. Milán dijo que «estamos al lado del Ayuntamiento, pero como no disponemos de uno histórico, tienen dudas respeto qué hará al turista cuando venga a Tarragona, si se quedará en la ciudad, si irá de compras o a ver monumentos». El presidente de Botiguers de Tarragona remarcó que «estamos saliendo de una crisis muy fuerte, los alquileres suben, y abrir más de la cuenta tiene un coste importante».