Taxis ilegales, un problema «poco recurrente» para el Ayuntamiento
La Guardia Urbana sólo ha recibido dos quejas en el último año, pero el sector está «preocupado»
Los taxistas ilegales que operan en la estación de autobuses de Tarragona son un problema «importante» para el colectivo de trabajadores del sector, pero «poco recurrente» para el Ayuntamiento de Tarragona. Según se informaba desde el consistorio, «desde el año 2016, la Guardia Urbana sólo tiene constancia de dos quejas en relación a taxistas ilegales». En este sentido, el presidente del Sindicat de Taxis de Catalunya en la ciudad, Ramón Miró, explicaba que «lo que pasa habitualmente es que, cuando nosotros llamamos, van tan deprisa que, cuando llega la policía, ya no están». De hecho, la Guardia Urbana no pudo interceptar estos dos vehículos porque no los localizó a tiempo.
La solución pasaría, según Miró, por una vigilancia mayor en la estación. «Sólo haría falta que vinieran y dieran cuatro vueltas, de esta manera verían quiénes son», expresaba Miró, que añadía que «están prácticamente todo el día allí sentados esperando a hacer algún servicio». Por otra parte, y con respecto a las quejas recibidas por la Guardia Urbana, Miró subrayaba lo siguiente: «Que digan que sólo hay dos quejas, no saca que sea un problema real».
Ramón Miró declaraba que «nuestro problema vemos que no les preocupa en exceso», aunque admitía que «quizás la culpa es nuestra, para no ir a las reuniones más a menudo». Sin embargo, expresaba que «entiendo que para ellos sea problema secundario o terciario, pero es una actividad ilegal que se está cometiendo».
Desde la concejalía de Dominio Público aseguraban que están en «constante diálogo» con el sector del taxi y que «no se tiene constancia que éste sea un problema muy recurrente ni que estos últimos días se haya producido un repunte de las presuntas irregularidades». En este sentido, señalaban que «en algunos casos las irregularidades podrían provenir de vehículos de otros municipios que actuarían de manera ilegal en la ciudad». «Tratándose de un transporte interurbano, en este caso tendría que intervenir el Servei de Transport de la Generalitat, órgano que tiene competencias directas en este ámbito,» expresaban desde el consistorio.
Con todo, Miró expresaba que «es un problema que nos afecta directamente» y que «su modus operandi es estar cada día en la estación». Por último, el presidente del sindicato concluía que «hay días que seguramente cargan más y otros menos, pero el problema está aquí, por eso pediremos una reunión con la Guardia Urbana».