«Los suecos dicen que se tiene que ser feliz para poder alcanzar buenos resultados»

Alfred Romero es un joven tarraconense de 23 años. Siempre ha tenido claro que le gustaría vivir un tiempo fuera de casa y ahora, una vez acabado el grado de Economía, ha decidido hacer el Master de Economía en Lund (Suecia), donde está viviendo desde agosto de 2016.

— ¿Cómo ha sido su trayectoria personal hasta ahora?

— Hasta el 2011 practiqué remo en el Real Club Náutico de Tarragona, donde junto con mis compañeros fuimos seis veces campeones de España. Además, durante el 2010 y 2011 fui parte del equipo junior nacional de remo y representé España a los Campeonatos del Mundo Junior 2011 en Eton (Inglaterra), donde fuimos cuartos del mundo. Desprendido de eso me propuse nuevos retos: hacer un Grado universitario, obtener buenos resultados y poder aspirar a estudiar un master en una universidad de prestigio internacional.

— ¿Qué motivos lo llevaron a marcharse de casa para ir a vivir en el extranjero?

— Desde el momento en el cual empecé la universidad sabía que quería ir vivir al extranjero y me propuse ir a hacer el master. Así que, cuando fui aceptado en Lund University (Suecia) y la Fundación Ramón Areces me ofreció la beca, no me lo pensé.

— ¿Cuál fue su primera impresión del país al llegar?

— Había estado previamente en Lund de visita, pero es muy diferente visitar y vivir. Cuando llegué el año pasado, la primera impresión que tuve es que los suecos son muy fríos y distantes. Son personas que les cuesta relacionarse con desconocidos. Recuerdo estar perdido en Lund y pedir ayuda, e incluso eso les costaba. A pesar de todo, los suecos son grandes personas y son muy divertidos cuando los conoces y tienes la oportunidad de coger confianza. Tengo muy buenos amigos suecos.

— ¿Fue muy sorprendente el cambio?

— Me sorprendió, la verdad. Pero creo que para bien. Fui a Suecia con un poco de miedo por lo que me encontraría. En el momento de marcharse, mi inglés no era muy bueno y pensaba que tendría más problemas para integrarme. Sin embargo, integrarme en la cultura sueca fue fácil desde el primer momento. La prueba es que ahora mismo estoy colaborando con la Unión de Estudiantes preparando un viaje de una semana en el cual visitaremos siete multinacionales europeas en Berlín, Londres y Amsterdam o Dublín.

— ¿Qué diferencias hay entre Lund y su casa?

— Una es el estilo arquitectónico de la ciudad: todas las calles son empedradas y no hay edificios altos en el centro, máximo tres pisos. Además, desde que estoy en Lund he cambiado la moto por la bicicleta. Otra diferencia son los horarios de trabajo, la gente empieza a trabajar a las ocho o nueve de la mañana, y a las cuatro de la tarde van a buscar a los niños o hacen deporte, el tiempo para ellos es muy importante y las actividades fuera del trabajo son muy valoradas.

— ¿Cuáles son los lugares más característicos de la ciudad?

— Lund es una ciudad muy pequeña, pero con sitios acogedores. La Catedral, por ejemplo, es muy bonita y la plaza siempre está llena de gente tomando una cerveza. Stortorget es la plaza principal de la ciudad y alrededor y ha comercios, clubs y bares. Otro lugar característico es el jardín botánico.

— ¿Qué destacaría de la manera de trabajar del país ?

— He notado una gran diferencia con España. Trabajan muy bien y de forma muy eficiente y acaban el trabajo siempre a tiempo.

— ¿Cómo se está viviendo la crisis en Suecia?

—Crisis es una palabra que aquí todavía no he oído. La economía funciona generalmente bien. Han tenido algunos problemas con la sanidad, donde ha habido recortes, y también con la vivienda, ya que hay poca oferta y los precios son muy altos.

— ¿Qué costumbre se llevaría hacia Cataluña?

— Los horarios de trabajo y el valor que se tiene en Suecia de las actividades fuera de los estudios y el trabajo. Desde el primer día, desde la universidad nos dicen que, si no somos felices y hacemos algo más allá de los estudios, no podremos alcanzar buenos resultados.