«Las tiendas y muchos restaurantes cierran a las cinco de la tarde»

Anaïs Amorós hace dos meses que está viviendo en la ciudad escocesa de Glasgow. Es de Valls, tiene 23 años y, ahora que ha acabado de estudiar Periodismo, ha decidido salir del país para reforzar su nivel de inglés.

— ¿Cómo ha sido su trayectoria profesional hasta ahora?

— Hará aproximadamente dos años que acabé la carrera, he estado haciendo varias practicas relacionadas con el Periodismo mientras estudiaba y una vez finalizada la carrera. A partir de aquí, vista la dificultad en encontrar trabajo, decidí marcharme a Irlanda a trabajar de Au pair y, una vez acabada esta etapa, decidí venir a Glasgow dos meses para hacer un examen de Cambridge e intentar encontrar trabajo.

— ¿Qué motivos la llevaron a marcharse de casa para ir a vivir al extranjero?

— El hecho de estar estudiando on-line y tener la oportunidad de marcharse al extranjero a hacer uno intensivo de inglés me pareció una buena manera de seguir estudiando y poder ampliar mi conocimiento de lengua inglesa.

— ¿Cuál fue su primera impresión del país al llegar?

— Previamente ya había vivido en Irlanda, así que la primera impresión fue la que esperaba. Es una ciudad bastante grande y con el típico clima escocés, al cual una se acaba acostumbrando.

— ¿Cuáles son las principales diferencias entre Glasgow y su casa?

— La comida es bastante diferente, y es que la gente compra comida hecho y congelada en los supermercados y los restaurantes de fast-food casi siempre están llenos. El estilo de vida también cambia, la gente acaba de trabajar sobre las cinco de la tarde, que es la hora en la que todas las tiendas y algunos restaurantes ya cierran.

— ¿Cuáles son los lugares más característicos de la ciudad?

— En Glasgow se puede disfrutar de una gran variedad de pubs con música tradicional escocesa en directo, una tradición que gusta mucho. También se puede por grandes parques verdes que la ciudad ofrece. Para ir de compras y a comer de restaurante, el Buchaman Street da mucho ambiente y, para poder disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad, hay que subir a la Necrópolis.

— ¿Qué destacaría de la manera de trabajar del país?

— Definiría Glasgow como una ciudad eficiente, la tasa de paro es muy baja y creo que el horario de trabajo es el ideal. Empiezan a trabajar por la mañana a la misma hora que los niños entran en la escuela, hacen una breve pausa para comer y acaban la jornada laboral coincidiendo con la jornada escolar.

— ¿Desde que llegó ha vivido o le ha pasado algo curioso?

— La anécdota más curiosa fue una noche, queriendo ir a comprar en el centro de la ciudad, deberían ser las 19.30 h., ¡y me encontré todos los supermercados y tiendas cerradas!

— ¿Qué es lo que más echa de menos de casa?

— ¡El buen tiempo! Glasgow es una ciudad que ofrece muchas cosas, pero siempre está lloviendo.