La lluvia se detiene para homenajear a los héroes del Asedio de 1811 en Tarragona

El aguacero que cayó ayer tarde en Tarragona puso en peligro la celebración del acto para homenajear a los héroes del Setge de 1811 en la ciudad. Sin embargo, la lluvia se detuvo a tiempo y el programa se pudo desarrollar con toda normalidad. Presidido por el alcalde, Josep Fèlix Ballesteros, el acto empezó a las ocho y media de la noche con unos parlamentos delante del monumento a los Herois, en la Rambla Nova.

«Este es un acto para recordar la barbarie, el dolor y el qué es una guerra», destacó la concejala de Relaciones Ciudadanas, a Elvira Ferrando, quien también deseó que «nunca más se vuelva a repetir un hecho parecido». Por su parte, el secretario de la Asociación del Setge de Tarragona 1811, Joan M. Maixé, afirmó que «quizás habría» que llamar al monumento de los Despullats por «su propio nombre», ya que «es necesario que las nuevas generaciones conozcan el pasado», añadió al presidente de la asociación, Joan Ribes. El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, cerró los parlamentos estableciendo un paralelismo entre las familias tarraconenses que escaparon de la guerra con la situación actual de los sirios. «Tenemos que ser coherentes con la acogida de refugiados, que se está haciendo, pero no de la mejor manera», concluyó.

Después de la ofrenda floral de las entidades y las instituciones, empezó la recreación del asalto. Acto seguido, la Milicia Urbana de Tarragona llevó a cabo las salvas de fusilería. Minutos después, los tamborileros de Tarragona y comarcas hicieron el llamamiento y el Toc de Setge para dar inicio al desfile. Del monumento a los Herois en la Rambla Nova, la comitiva desfiló hasta la calle Assalt. Después, los muchos tarraconenses que salieron a la calle, pudieron ver la recreación en la Rambla Vella, para dirigirse acto seguido a la calle Sant Fructuós. La plaza de la Font fue uno de los momentos con más afluencia de público. La comitiva siguió con el desfile por la bajada de Misericordia, la calle Major y, finalmente, subió por las escaleras de la Catedral para acabar en el Pla de la Seu.

Las escaleras de la Catedral acogieron la ya tradicional ofrenda de velas. Uno de los momentos más simbólicos y queridos por los seguidores de esta tradición. Los tamborileros realizaron, de nuevo, el toque de Setge, que dio paso a la ofrenda floral a cargo de la Asociación Setge de Tarragona 1811. Para culminar el acto, se realizaron el llamamiento ciudadana, las salves de fusilería y el toque de campanas, este último a cargo de los Campaneros de Tarragona.