La coincidencia de los Fuegos con Sant Pere ha provocado «grandes pérdidas» en el Serrallo
Los restauradores confirman una bajada «muy notable» de gente y, desde la Cofradía de Pescadores, expresan que «hemos perdido la esencia de las fiestas»
El Concurso Internacional de Fuegos Artificiales de Tarragona se había adelantado, este año, una semana. Eso ha provocado que coincidiera con las fiestas de Sant Pere, patrón de los pescadores, que se celebran, entre otros lugares, en el barrio del Serrallo. Según aseguraban desde el barrio marítimo, este encabalgamiento en el calendario ha provocado «grandes pérdidas». Por una parte, desde la entidad organizadora de las fiestas, la Cofradía de Pescadores, expresaban que «se ha perdido la esencia de las fiestas». «Los fuegos artificiales han provocado que baje a mucha menos gente y, que por lo tanto, los actos no hayan lucido como hacían antes», expresaba uno de los miembros de la entidad, Josep Ramon Tules. Por otra parte, la restauración también se ha visto afectada con creces. El volumen de gente ha bajado, y por lo tanto, también las ventas. Los restaurantes, acostumbrados a llenar sus terrazas el miércoles y el jueves, no lo pudieron hacer. La mayoría afirmaban que el fin de semana la cosa ha mejorado, pero que la bajada ha sido notable, también viernes y sábado.
Las redes sociales empezaban a hervir el pasado miércoles. Primer día de fuegos y primer día de las fiestas de Sant Pere. «Tuvimos que anular el pregón porque no había nadie. Ni siquiera cuatro personas paseando», explicaba indignado Tules. Eran las ocho de la noche, y los efectos del Concurso de Fuegos se empezaban a notar. La tónica fue la misma a lo largo del jueves y viernes. Además, Tules cargaba contra el consistorio por|para el hecho de que ningún miembro del equipo de gobierno apareció a la procesión de Sant Pere, con la excepción del concejal de Cultura, Josep Maria Prats. «Nos tienen abandonados, y lo han acabado de demostrar con las fiestas del barrio», subrayaba.
Por otra parte, el miembro de la Cofradía enviaba un mensaje claro y conciso: «Me gustaría que los cerebros del Ayuntamiento que decidieron cambiar las fechas de los fuegos me explicaran porque lo hicieron». Además, añadía que «tienen que tener mucho más cuidado a la hora de tomar estas decisiones, porque afectan a un colectivo muy grande de gente.» De hecho, el Serrallo no era el único barrio que celebraba las fiestas, también La Floresta i Sant Pere y Sant Pau habían organizado decenas de actos durante esta semana. En este sentido, la concejala de Festes, Begoña Floria, salió ayer al paso de las críticas hechas por el grupo municipal del PDeCAt por el hecho de que el Concurso Internacional de Fuegos Ciudad de Tarragona haya coincidido con la celebración de las Fiestas de Sant Pere. Florecía, dijo que, en verano, «Tarragona quiero de actividades y es difícil no coincidir». «El comunicado de Convergencia (sic) me sorprendió», comentó, para añadir que «el Concurso de Fuegos siempre se hace en torno al 1 de julio». La concejala explicó que la cita de Tarragona «no puede coincidir con concursos que se hacen en otras ciudades, como lo que tendrá lugar dentro de unos días en Pamplona».
Florecía adelantó|avanzó que la edición del 2018 del Concurso de Fuegos empezará el día 3 de julio, por no coincidir con la celebración de los Juegos Mediterráneos, que tendrá lugar del 22 de junio al 1 de julio.
Los restaurantes, indignados
El sector de la restauración es el que más ha sufrido esta coincidencia en el calendario. «Hemos sufrido una bajada muy importante. Es el primer año que el Ayuntamiento lo hace de esta manera, y nos ha afectado mucho, también viernes y sábado», expresaba Antonio, trabajador de la heladería Sirvent. El testimonio se repetía en el restaurante Varadero. Francisco, uno de los camareros, aseguraba que, en pico conoció las fechas del Concurso, se imaginó que habría mucho menos trabajo. «Cada año teníamos primer Sant Pere, después los fuegos y más tarde la Virgen del Carme. Hará falta esperar y ver si esta semana la cosa va un poco mejor», decía. El propietario del restaurante el Ancla, Gerard Pardo, se mostraba indignado, y no sólo por la bajada de ventas, porque eso, decía, «afecta en cada restaurante de manera diferente». Lo que enfadaba en Pardo era que, con la coincidencia en el calendario, «ni lucen los fuegos ni lucen los restaurantes». Según decía, «Sant Pere son unos días de gente de mar, y, si haces coincidir los fuegos con las fiestas, estás angustiando todavía más la angustia».
El próximo año, por suerte por el barrio marinero, la coincidencia de calendario no existirá.
El Pasacalle
Las calles de El Serrallo se llenaron, ayer por la noche, de chispas y timbales, gracias a la actuación de los Diablos Voramar, la Víbria de Tarragona, la Vibrieta, y el grupo invitado de este año, el Grupo de Diablos de Sant Jaume dels Domenys. El Pasacalle de Fuego, que se inició en el Muelle de Pescadores, recorrió las calles del barrio, convirtiendo en un infierno el barrio marítimo de Tarragona. Empezó a las nueve y media de la noche, cuando el sol estaba a punto de esconderse por completo, pero con la llegada de la oscuridad absoluta, los diablos y las bestias lucieron como se merecen.
Un rato antes, en la emblemática plaza del Obispo Bonet, una tabalada popular sirvió de preámbulo al correfuego. Organizada por el grupo de Diables Voramar del Serrallo-Víbria de Tarragona, la tabalada calentó los motores e invitó todos los vecinos y vecinas del barrio a participar. Los únicos requisitos, tal como avisaba la organización, era llevar un timbal y unas baquetas.