Cae una red que estafó 300.000 euros a bancos con cargos ficticios en datáfonos
La investigación se abrió a raíz de una detención hecha en Tarragona
La Policía y los Mossos D'Esquadra han desarticulado una red asentada en Cataluña y Valencia que estafó más de 300.000 euros a entidades bancarias a través de un fraude que utiliza Terminales de Punto de Venta (TPV) -datáfonos- para hacer cargos ficticios y pedir su devolución posterior. Las investigaciones se iniciaron gracias a una detención hecha en Tarragona.
En total, según informa la Dirección General de la Policía, han sido detenidas en Barcelona, Sitges y Valencia 26 personas, la mayoría de nacionalidad italiana, ocho de ellas responsables del entramado especialista en el llamado «fraude de las devoluciones».
Un delito cuyo modus operandi consiste en contratar con documentos falsos TPV para una sociedad mercantil o comercio y que podía ser real o inexistente. Por estos datáfonos los detenidos «pasaban» tarjetas bancarias propias o falsificadas a terceros.
Con estas tarjetas simulaban la venta de productos o servicios con diferentes cargos, que posteriormente pedían su devolución dentro del plazo habilitado, no sin antes «vaciar» la cuenta que tenía asociada el datáfono, por lo cual el perjudicado es la entidad bancaria.
La investigación se inició en agosto del 2016 cuando fue detenido en Tarragona un hombre de nacionalidad italiana y 39 años, que llevaba documentación falsa y a quien los agentes encontraron entre sus pertenencias comprobantes de pagos y devoluciones hechas con TPV de dos comercios a nombre de un mismo titular.
Este hecho hizo sospechar a los agentes que podía ser autor de un delito de estafa bancaria por el método del fraude por devoluciones, por lo cual la Unidad Central de Estafas y Medios de Pago del Área Central de Delitos Económicos de los Mossos inició una investigación.
Y estas indagaciones determinaron que el detenido pertenecía a un entramado criminal que habría estafado a varias entidades bancarias ubicadas en la comarca del Garraf.
Paralelamente, en enero del 2017, la Policía recibió una denuncia de un banco de Valencia por un fraude similar, por lo cual se estableció un equipo conjunto de investigación entre la Policía Nacional y los Mossos.
Finalmente, los agentes confirmaron que detrás de estas estafas había una organización, con un núcleo central de ocho personas y una serie de grupos satélite subordinados que participaban únicamente durante la comisión de los actos delictivos concretos, po lo cual el entramado contaba con un claro reparto de tareas y roles.
Al frente de la organización había dos personas que dirigían y organizaban las acciones delictivas y controlaban los beneficios conseguidos, recibiendo un porcentaje del resto del entramado.
El resto tenían roles de coautores, ya que participaban directamente en la ejecución de los hechos y se repartían el botín a partes iguales.
Además contaban con el apoyo de comercios conniventes; de los pasadores, que participaban en los fraude haciendo compras con sus tarjetas personales; y de los conocidos como a logísticos, que suministraban los documentos de identidad falsos necesarios para sus actividades ilícitas.
Los 26 detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 9 de Vilanova i la Geltrú (Garraf), que decretó el ingreso en la prisión de 4 de ellos y libertad con cargos para el resto. La investigación ha permitido determinar que la organización tenía un ámbito de actuación internacional y ha quedado acreditada su participación en hechos idénticos a España, Francia e Italia desde 2015.