Marc Bertran: «Miro los coches dos veces para ver que hay un conductor»

—¿Cómo ha sido su trayectoria profesional hasta ahora?

—La carrera universitaria la compaginé con mi carrera deportiva en el CAR de san Cugat. Gracias a eso pude adentrarme en el mundo de los acontecimientos deportivos empezando a trabajar al Mundial Junior de atletismo de Barcelona (2012), el año siguiente formé parte de la organización del Mundial de natación, también en Barcelona (2013), y actualmente soy trabajador del comité organizador de los Juegos Mediterráneos Tarragona 2018.

—¿Qué motivos le llevaron a marcharse de casa para ir a vivir al extranjero?

—Trabajando en los Juegos Mediterráneos pudimos contactar con los responsables del departamento de deportes de Londres 2017 y creímos que sería una magníifica oportunidad para|por mí y por|para los Juegos poder ampliar mi conocimiento. También poder perfeccionar el inglés y que mi pareja, Cristina, también se planteaba ir al Reino Unido para mejorar el idioma.

—¿Cuál fue su primera impresión del país al llegar?

—Llegamos un lunes festivo y claro todo estaba bastante tranquilo. Por las anchas calles de Londres no había aglomeraciones de gente ni mucho tráfico de coches, los metros y autobuses iban lo bastante vacíos. Todo cambió al día siguiente. Bien temprano por la mañana, las calles ya están llenas de gente que corre para llegar a la oficina. También destacan las colas de coches, las aglomeraciones en los semáforos y los metros y autobuses llenos hasta arriba. De hecho, más de una vez tienes que esperar en el siguiente metro o bus porque en el primero ya no puedes entrar.

—¿Fue muy sorprendente el cambio?

—Realmente no fue un cambio inesperado. Sabía que Londres era una ciudad con mucho movimiento. No obstante, el clima sí que es diferente e impresiona para ser tan variable en un mismo día.

—¿Cuáles son las principales diferencias entre Londres y su casa?

—El sol. En Tarragona creo que no valoramos las horas de sol y el clima que tenemos. También existe una gran diferencia con los horarios, aquí se sigue el horario europeo y todo va más bien, sobre todo la cena. Un hecho curioso es que el metro cerca de las nueve de la noche ya empieza a cerrar algunas líneas y estaciones. Además, el momento de la comida no es como el nuestro, ya que aquí se ponen a ello y la comida es alguna cosa rápida para poder seguir trabajando. Muchos comen delante de su ordenador o en un parque. Otro hecho que me ha llamado a la atención se ver como una vez acabada la jornada laboral (17-18 horas), todo el mundo va hacia el bar, sin pasar por casa y ni haber cenado.

—¿Cuáles son los lugares más característicos?

—Todo el mundo que venga a la ciudad tiene que ir a pasear por los parques, perderse, sentarse, comida, pensar...The Regent's Park, Hyde Park, Kensington Gardens, son algunos de los más conocidos.

—¿Qué destacaría de la manera de trabajar del país?

— La puntualidad y la organización.

—¿Cómo se está viviendo la crisis allí?

—Trabajar en uno macro acontecimiento deportivo hace que no suba valorar cómo están viviendo la crisis en Londres y en el Reino Unido. Lo que si es cierto es que el cambio de moneda es un hecho a valorar antes de querer marcharse.

—Desde que llegó ¿ha vivido o le ha pasado algo curioso de que no se hubiera imaginado nunca?

—Tengo que mirar los coches dos veces para asegurarme de que hay conductor. Al tener el asiento del piloto al lado contrario en el nuestro me ha hecho llevarme algún susto divertido.

—¿Qué es lo que echa de menos de casa?

—Ahora que es verano muchas cosas, las playas, los castillos y los vermuts en la Plaça de la Font.

—¿Qué costumbre del país actual se llevaría hacia Catalunya?

—Aplicar el horario europeo a mi día a día en casa, cenar a las ocho y tener tiempo antes de ir a dormir para poder hacer cosas.