La decisión de abrir el sábado por la tarde divide el Mercado en dos frentes
Las inspecciones de Espimsa y las sanciones no han tenido efecto, y las paradas que ahora cierran no tienen intención de abrir
La decisión de abrir los sábados por la tarde ha dividido el Mercat Central de Tarragona en dos frentes. El ambiente al conjunto del emblemático edificio, según aseguraban varias paradistas, ha cambiado mucho desde que se empezó a planear la entrada en el remodelado recinto. Por una parte, se encuentran las paradasque quieren trabajar los sábados por la tarde y que, por lo tanto, cumplen el horario establecido desde de Espimsa, que cuenta con el visto bueno de los paradistas. De la otra, se encuentran aquellos comercios con que creen que trabajar el sábado por la tarde no les sale rentable y que les supondría una carga extra de trabajo y recursos. Estos últimos, en el caso que no abran los lunes, incumplen la normativa del horario y, por lo tanto, podrían hacer frente a sanciones de entre 751 y 1.500 euros.
Según aseguraba la presidenta de la Asociación de Paradistas del Mercat Central, Maria Virgili, «hay dos posturas muy claras, la de la gente que no quiere abrir y la de la gente que quiere abrir, es la realidad». Virgili recordaba, sin embargo, que «todo el mundo sabía cuál era el horario que se tenía que cumplir antes de entrar». Además, expresaba que «este Mercat no tiene nada que ver con el que había antes, es una apuesta de futuro donde se ha invertido mucho dinero».
Por otra parte, la presidenta de los paradistas avisaba de que «si seguimos los horarios que teníamos hasta ahora, la competencia se nos comerá, y eso es lo que está más claro». Sobre las sanciones y las inspecciones que está llevando a cabo Espimsa, Virgili expresaba lo siguiente: «Desconozco si harán cambiar la situación actual, porque cada uno tomará la decisión que tenga que tomar. Lo que tenemos que tener claro es que somos un nuevo centro comercial que no ha perdido la esencia del Mercat Central, y los horarios se tienen que cumplir».
En este sentido, desde la pescadería Rita, la Rosi Dalmau expresaba que «somos un conjunto, pero cada uno tiene unas necesidades diferentes». Las pescaderías son las paradas que más cierran el sábado. De ocho, sólo abren dos. Sin embargo, algunas paradistas aseguraban que han abierto el sábado para ver cuál era la situación, y que es la tarde que menos han vendido de toda la semana con diferencia. Según argumentaba Dalmau, «no queremos aumentar el volumen de compra, el sábado es nuestro día festivo porque somos un negocio familiar y los lunes por la mañana no abrimos porque no hay género». Además, puntualizaba que «sólo incumplimos cuatro o cinco horas la normativa, porque no cerramos ningún mediodía y el sábado por la mañana abrimos». Por último, aseguraba que «las sanciones no nos dan miedo» y añadía que «entiendo la postura municipal, pero tenemos que ver las necesidades de todos».
Desde Carns Bertran, Montse Bertran expresaba que «hacen falta innovación y adaptación a los nuevos tiempos, y eso es lo que muchas paradas estamos haciendo para seguir trabajando los sábados por la tarde». Bertran defendía que hay que abrir los sábados por la tarde y hay que ponerse de acuerdo, porque según explicaba, «me da mucha rabia cuando alguien viene un sábado por la tarde, me pregunta por las pescaderías, y se tiene que resignar y bajar al supermercado». Por otra parte, Bertran reconocía que, los sábados, las ventas han ido bajando, pero avisaba de que «si no cambia la situación, todavía irá a peor, y las ventas bajan porque muchas de las paradas están vacías y eso no invita a entrar».
Habrá que esperar para ver cómo acaba esta situación, que empezó con la inauguración.