Quico Pino recibirá la Faja de Honor que otorga la Cofradía de Sant Magí

Quico Pino, miembro destacado del Colla Castellera Xiquets de Tarragona, recibirá el próximo viernes un nuevo y merecido homenaje, con la imposición de la Faixa d’Honor de Sant Magí. Este reconocimiento, impulsado por la Confraria de Sant Magí , llega a la segunda edición. En la del año pasado, la recibieron los cuatro grupos tarraconenses.

La trayectoria de Quico Pino como casteller empezó cuando tenía cinco años y, en 1964, hizo su debut, subiendo a un castell. Desde entonces, y a lo largo de más de cincuenta años, ha sido pieza indispensable en las construcciones de los rayados y en los tradicionales pilares de la Mercè.

El presidente de la Confraria de Sant Magí , Adolf Quetcuti, comentó que, cada año, un grupo tarraconense, de manera rotativa y de más antiguo a más joven, decidirá quién se ha hecho merecedor en la Faixa d’Honor de Sant Magí. Quetcuti recordó que, en la primera edición, «concedimos la Faixa d’Honor a los cuatro grupos, precisamente por la rotación establecida y con el objetivo que todas la tuvieran desde el inicio». Los Xiquets de Tarragona, como grupo más antiguo, es la primera que ha escogido a un casteller de honor.

El presidente de la cofradía subrayó que «los castellers tienen mucha tirada en Sant Magí» y, por la festividad del co-patrón, «son muchos los que acuden a comprar las cintas», dijo Quetcuti.

El próximo 19 de agosto, coincidiendo con la festividad de Sant Magí, Quico Pino celebrará el 53º aniversario de su debut en el mundo de los castells. Con uno de los bagajes más importantes y largos en el tiempo de manera consecutiva, Quico se ha hecho merecedor de este reconocimiento que recibe con satisfacción y, también, con agradecimiento, «porque es una iniciativa que está muy bien para reconocer la labor de los castellers y de los grupos, y espero que tenga continuidad». Quico cree que el grupo ha aportado su nombre a la Confraria de Sant Magí «por mi trayectoria, por llevar tantos años, ya que empecé en los años setenta».

Quico desconoce la cifra de construcciones en que ha intervenido en más de medio siglo de actividad, que son numerosas, pero de lo que se siente más satisfecho de su larguísima experiencia es «de la progresión del grupo, que ha tenido altibajos, momentos en que costaba traer gente, y de la evolución del grupo de mi vida». La Faixa d’Honor de este año también recuerda «el primero 4 de 8 que hicieron en una época en que sólo lo hacían en Valls y cuando descargamos el 2 de 9 amb forre i manilles, precisamente el día que cumplía 50 años en el grupo». De hecho, «estoy contento por todo lo que he hecho y por contribuir a la evolución del grupo».