El pleno aprueba la moción 'anti-referéndum' del PSC con 17 votos a favor y 10 en contra

El pleno del Ayuntamiento de Tarragona ha aprobado este viernes, con 17 votos a favor y 10 en contra, la moción 'anti-referéndum' presentada por el PSC, que también ha recibido el apoyo de C's, PP y la concejala no adscrita, Beatriz Pérez. El grupo municipal socialista ha acabado eliminando la parte expositiva de la moción y, finalmente, sólo se han llevado a votación los cuatro acuerdos, donde se apunta que «no hay democracia ni estado de derecho sin respetar la legalidad», donde se exige al Gobierno que, si tiene que pedir la colaboración del consistorio tarraconense, lo haga de forma oficial, que se soliciten los informes jurídicos correspondientes y que se proteja el funcionariado del Ayuntamiento para que no tengan que colaborar con ninguna iniciativa que no tenga cobertura legal. Unas 200 personas, convocadas por el AME y la ANC, han seguido la sesión desde la sala de plenos, que se ha llenado de carteles a favor del 1-O y de esteladas.

Desde las nueve de la mañana, decenas de personas se han quedado delante de las puertas del Ayuntamiento de Tarragona con esteladas y carteles, denunciando que no se les dejaba acceder al consistorio por razones de espacio. Finalmente, se ha permitido la entrada de los manifestantes, que se han tenido que quedar entre el salón de actos y la rotonda de delante de la sala de plenos, ya hasta los topes, delante de agentes de la Guardia Urbana, hasta que no ha llegado la hora de debatir la moción. Entonces, han podido entrar y han mostrado en alto carteles y pancartas a favor del 1-O y manifestando su deseo de votar. Entre los asistentes ha estado el exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Esquerra, Josep Lluís Carod-Rovira; o el diputado de Junts pel Sí Jordi Miquel Sendra, entre otros.

Antes de proceder a la votación, se ha pedido votar nominalmente en lugar de por grupos, pero tampoco ha habido sorpresas. Han votado a favor todos los concejales del PSC, C's, PP y la concejala no adscrita, Beatriz Pérez, que la semana pasada dejó el grupo de Ciutadans. Por otra parte, han votado en contra todos los concejales de la CUP, ERC, PDECAT y el concejal Josep Maria Prats, de Unidos para Avanzar. La consellera Begoña Floria ha explicado que se retiraba el texto expositivo que procede el texto y que, en los puntos de acuerdo, «no se habla de urnas ni ilegalidades». En esta línea, ha reclamado que «cualquier demanda que se haga al consistorio se haga de acuerdo en la legalidad y sin poner en peligro a los funcionarios».

Después de la polémica en que 170 trabajadores municipales se adhirieron a un manifiesto para que el PSC eliminara de la moción el texto que hace referencia a los funcionarios bajo el título 'No en el nostre nom', el portavoz de los republicanos, Pau Ricomà, ha pedido «valentía» a Ballesteros. «Muchos trabajadores de esta casa se han rebelado en un gesto de dignidad y le han dicho que Usted no es nadie para hablar con nombre de ellos», ha dicho durante el debate. Ricomà ha señalado que con la posición del equipo de gobierno, el alcalde se sitúa al lado de aquellos que «amenazan con inhabilitaciones y multas». «Defienda de verdad a los trabajadores de la casa, haga un gesto de dignidad», le ha dicho Ricomà, que lo ha animado a hacer saber a la ejecutiva del PSOE que «tendrán que pasar por encima de Usted antes de tocar un solo trabajador público».

El portavoz del PDeCAT, Albert Abelló, ha dicho que con la moción, los socialistas presentan «la vertiente más carca y retrògrade del PSOE en Tarragona», pareciéndose mucho al PP. Con todo, ha dicho que todo «no viene de nuevo» porque en el 2013 ya votaron con los populares para rechazar que Tarragona formara parte del AMI. Laia Estrada, de la CUP, ha visto en la moción el ejemplo «más claro» de la «degeneración el PSC, que ha acabado hibridándose con el PSOE» y ha defendido que «el pueblo catalán quiere hacer su historia» con revolución.

La concejala de ICV-EuiA, Arga Sentís, ha lamentado el texto de los socialistas porque no contribuye a rebajar «la gesticulación» ni fomentar «la tranquilidad». En esta línea, ha reprochado a Florecía que presente un texto «cuando el referéndum todavía no está convocado»: «espere, que quizás no hace falta ni que presente una moción», lo ha abroncado. El concejal Josep Maria Prats, en contra del referéndum si no es legal, ha explicado que ha rechazado la moción porque tampoco quiere la instrumentalización del 1-O. «Los funcionarios tienen criterios propios y hay que mantenerlos al margen de cualquier debate, con respecto a la libertad individual», ha dicho.

El portavoz de Ciudadanos, Rubén Viñuales, ha felicitado y agradecido en el grupo municipal socialista para ser «valientes» y haber hecho «un esfuerzo de consenso». «Eso es unidad de las fuerzas que creemos en la democracia», ha dicho. El portavoz de los populares, Josep Acero, ha dicho que «a quién ha votado sí a la moción, estamos dentro de la legalidad; quien ha votado que no, está fuera».

El debate se ha celebrado con varias interrupciones de los asistentes, que han aclamado lemas como 'Queremos votar' o han discutido fragmentos de las intervenciones de los grupos municipales contrarios al referéndum. Una vez finalizado el debate, la presidenta de Òmnium en Tarragona, Rosa Maria Codines, ha afirmado que, a pesar de la moción, el Ayuntamiento «tendrá que obedecer aquellas instrucciones que lleguen» del Parlamento y del Gobierno. «Es muy evidente», ha dicho.