Maria Cristina vibra con sus fiestas, que han cumplido 35 años
La participación de la gente del barrio ha sido muy alta, y la noche del viernes fue la más fuerte, con la asistencia de más de 300 personas
Maria Cristina vibra con sus fiestas, que han cumplido 35 años
El barrio de Maria Cristina de Tarragona ha vibrado este fin de semana con sus fiestas, que llegaban este año a la trigésimaquinta edición y que reunieron una treintena de actos entre el viernes, sábado y domingo. El secretario de la Asociación de Vecinos del barrio, Pere Bosch, valoraba muy positivamente estos tres días y aseguraba que «la participación de la gente ha estado muy alta, y también la de los comercios de la zona, que se han volcado con la asociación para intentar hacer todos los actos posibles».
Treinta y cinco años no es una cifra fácil de alcanzar por unas fiestas de barrio. Bosch es consciente, y expresaba que «las fiestas de Maria Cristina son cultura popular, son una de las fiestas más arraigadas en Tarragona, y eso la gente lo sabe». De hecho, el acto más multitudinario del fin de semana tuvo lugar el viernes por la noche, y lo fue gracias a la presencia de la gente del barrio, pero también de otras zonas de la ciudad. La representación del Baile Hablado de la Reina Maria Cristina reunió más de 300 personas. «Todas las sillas estaban llenas, y también las aceras de la calle. Nos sorprendió mucho la noche del viernes, porque contó con más gente del habitual», expresaba Bosch. Por otra parte, hay que decir que el director del Baile, Oriol Grau, fue nombrado hijo predilecto del barrio por su tarea a lo largo de estos años.
Para mantener una programación al gusto de todo el mundo, Bosch aseguraba que «hay que exprimir al máximo las subvenciones municipales». Sin embargo, el mismo subrayaba que «sin la ayuda del pequeño comercio del barrio, que se involucra con nosotros, y de los contactos de los amigos y familiares, sería imposible hacer el que hacemos.»
Los actos continuaron el sábado y domingo, cuando llegó la tradicional festividad de los Niños del Serrallo y el canto de habaneras, que sirvió para decir adiós a las fiestas de Maria Cristina hasta el 2018. Con todo, la valoración de Bosch es «muy positiva». «El tiempo nos ha respetado, menos ayer tarde, y todos estamos muy contentos de la tarea que hemos hecho y del resultado que ha dado», concluía.