El Ayuntamiento da permiso para construir el primer ascensor privado en la calle
Estará ubicado en la calle Goya y dará servicio a una comunidad de doce domicilios, seis de los cuales están habitados por personas con minusvalía
El Ayuntamiento de Tarragona dará la primera licencia en la historia de la ciudad para construir un ascensor privado en la vía pública. Así lo aseguraba el concejal de Urbanismo, Josep Maria Milà, en declaraciones a este medio. «Se trata de un caso que reúne todas las casuísticas necesarias para dar esta licencia, que es la primera que se da en la ciudad», expresaba Milán. Este permiso se puede hacer posible gracias a un nuevo reglamento de la Generalitat, aprobado el año pasado, que determina que, en según qué casos, se puede construir un ascensor privado en la calle «siempre y cuando no incida en la funcionalidad de la vía pública».
El primero que se construirá en Tarragona estará ubicado en uno de los bloques de la calle Goya, que cumple todos los requisitos necesarios para acogerlo. El edificio se construyó, según el presidente de la Asociación de Vecinos, Toni Villalobos, hace más de cincuenta años.
Tal como apuntaba Milán, «es imposible construir el elevador en el interior del edificio porque las viviendas, que ya son pequeños, quedarían todavía mucho más reducidas». Por otra parte, en el interior viven seis personas con minusvalías severas, que cada día tienen que subir a su casa por las escaleras. Y, por último y no menos importante, para conseguir la licencia, la construcción del ascensor no incidirá en la funcionalidad de la vía pública.
El bloque en cuestión está ubicado en una esquina de la calle Goya. Con la construcción del ascensor, se eliminará una plaza de aparcamiento de zona verde. El ascensor ocupará toda la acera, que se construirá donde actualmente está la plaza de aparcamiento. «No afectará ni al tránsito rodado ni a la funcionalidad de la vía pública, porque la acera tendrá continuidad unos metros más adelante», detallaba Milán.
La comunidad de vecinos realizó esta petición en enero de 2016, y la licencia todavía no se ha tramitado. Milán aseguraba que desde el consistorio «se está haciendo todo el posible», pero atribuía este retraso al hecho de que «es la primera licencia de este tipo que se da, y los técnicos no tienen la experiencia necesaria todavía, porque el reglamento es nuevo». Además, una de las condiciones para darla es que el Plan General de la ciudad tiene que incluir, en alguno de sus artículos, esta posibilidad. «Evidentemente, cuando se redactó el Plan , no se contemplaba esta posibilidad», expresaba Milán, que añadía que «estamos intentando encontrar una solución jurídica para agilizar el proceso, porque incluir este artículo dentro del Plan comportaría un espacio de tiempo de unos seis meses, ya que tendría que pasar por el Pleno municipal».
A la pregunta de sí el otorgamiento de esta licencia sacará a la luz casos similares, Milán expresaba que «es posible que más comunidades lo pidan, pero nosotros analizaremos caso por caso y determinaremos si es posible hacerlo según el reglamento vigente». El presidente de la Asociación de Vecinos de la calle Goya expresaba, en este sentido, que «muchos de los bloques de la calle pueden tener esta necesidad, porque todos los edificios son muy antiguos».
Villalobos expresaba que la Asociación se ha involucrado en esta causa, y opinaba que «es posible que esta licencia genere una reacción en cadena para todas las personas que tienen el mismo problema».