Esperas de más de dos horas para ser visitado por el especialista al Juan XXIII
El viernes las consultas de Cirugía Vascular sumaron un gran retraso, un problema que se repite en otras especialidades
Sentados en la escalera, apoyados en las paredes y, los más afortunados, ocupando alguna de las pocas sillas –o al menos insuficientes– de la cuarta planta del edificio D de consultas externas del Hospital Juan XXIII de Tarragona. Era mediodía y algunos hacía dos horas que esperaban a ser llamados.
Este es el panorama del viernes con qué se fueron encontrando los pacientes que tenían hora a media mañana para ser visitados por los especialistas de Vascular y Cirugía Vascular y sus acompañantes. Al cansancio y el nerviosismo después de dos horas de espera, se añadía el inconveniente que no hay una sola máquina donde poder adquirir una botella de agua en todo el edificio o un refrigerio y hacer más ligera la espera. «Nos han dicho que o bien vamos al edificio principal o bien a la cafetería, pero aquí no hay nada», decía el acompañante de un paciente. Aquellos que esperaban solamente no quisieron arriesgarse a salir del edificio por miedo a ser llamados durante su ausencia.
El episodio, que podría parecer puntual, no lo es, según aseguran desde la Junta de Personal del hospital a Juan XXIII, desde donde se afirma también que es extrapolable a las consultas externas de otros especialistas y responde a la falta estructural de plantilla del centro hospitalario. «I sobre todo en periodo de vacaciones. A a los profesionales se los pone tal cantidad de pacientes, que se acumulan los retrasos. Los médicos necesitan cierto tiempo para atender a cada persona como es debido y, al final, al fin y al cabo, acaba afectando a los ciudadanos», confirmaba Conchi de Tera, delegada de CGT de la junta. Sin embargo, la representante de los trabajadores del hospital asegura que el edificio no está en condiciones, al menos para hacer la espera más cómoda.
En el caso de la consulta a Cirugía Vascular, esta se encuentra en el vestíbulo de la escalera de la planta cuarta y, como sala de espera, los pacientes utilizan las cuatro sillas de este espacio, además de las que se distribuyen en el pasillo de la planta y los asientos de las salas de espera del resto de especialidades. En cualquier caso, durante el episodio del viernes al mediodía quedó demostrado que el espacio es claramente insuficiente cuando se produce la acumulación de retrasos en las visitas. Entre los pacientes, además, había personas de todas las edades sentados en las escaleras o esperando de pie y algunos en sillas de ruedas.
«Puede venir el conseller de Salud, Antoni Comín, prometer que derribará el edificio y hará uno nuevo, sin embargo, mientras eso no sucede, se tiene que dotar lo que ya hay y cargar la agenda de los profesionales. Todo lo están sufriendo los pacientes y sus acompañantes», decía de Tera. «Los profesionales están dando más de lo que pueden dar, estamos trabajando a marchas forzadas», añadía.
Personal profesional
De hecho, en el caso de las visitas de Cirugía Vascular y Vascular viernes, el personal que llamaba a los pacientes a consulta mantuvo una actitud profesional, educada, paciente y ejemplar ante las muchas quejas y el nerviosismo de buena parte de los usuarios y los suyos acompañados cuando estos llevaban más de hora y media esperando.
Fuga de anestesistas en el Santa Tecla
«Tenemos más quirófanos cerrados porque los anestesistas acabaron la residencia en el hospital Joan XXIII y fueron a trabajar en el hospital Santa Tecla. Ahora no encuentran anestesistas». Desde la Junta de Personal del Hospital Joan XXIII lamentan que «durante cinco años se les forma como profesional y, a última hora, se los ofrece un contrato-basura». Eso ha hecho, según denuncian, que al menos dos anestesistas hayan pasado a trabajar en el hospital Santa Tecla de Tarragona. «Es como si quisieran dinamitar el hospital Juan XIII, el centro hospitalario de referencia. Esta es la sensación que tenemos los trabajadores. Si a los anestesistas les hubieron ofrecido un contrato en condiciones, no se habrían marchado. Y ahora se tendrán que derivar intervenciones en el hospital Santa Tecla», subrayaba a Conchi de Tera.