La venta de libros se estabiliza después de 10 años de caídas
En verano crece la salida de los ejemplares de bolsillo, de las guías de viajes y de las novelas negras
Las librerías tarraconenses están viviendo un verano de recuperación. Después de diez años de caídas, la impresión general es que, como mínimo, la venta de libros se ha estabilizado. «Al menos no ha bajado más», expresaba Ricard Espinosa, de la Librería la Capona. También opinaba lo mismo la Gertrudis Adserà, de la Librería Adserà, que añadía que «hemos crecido sensiblemente con respeto el año pasado, pero falta mucho para recuperar las pérdidas que hemos arrastrado durante una década».
La mayoría de los libreros de la ciudad aseguraban que el verano es una época «cambiando» de un año al otro, pero coinciden en decir que crece la venta de los ejemplares de bolsillo y de las guías de viajes. Rosa Marrugat, de la Librería la Rambla, detallaba que «el verano es una época donde se vende la lectura distendida, sobre todo las novelas del género negro y románticas». Por otra parte, expresaba que «cada vez se venden más los libros en inglés y francés». Gertrudis Adserà, además, subrayaba que «la novela juvenil también ha crecido mucho desde hace dos meses para acá». Para Adserà, eso es una «grande señal», porque según decía, «significa que hay una generación de lectores que continúa».
Aunque las expectativas para los próximos meses no son del todo optimistas, los libreros afirmaban que «las ventas se van manteniendo y crecen mucho poco, un 1% o un 2%». Aun así, el sector no se da por vencido y afirma que «siempre pensamos que irá a mejor». Marrugat expresaba que, como mínimo, «se vuelve a valorar el libro».