Aparcar en la playa Larga es una «misión imposible» con la llegada del mes de agosto
Los usuarios aseguran que las mejoras del Ayuntamiento no se han notado, los coches vuelven a aparcar en los arcenes de la carretera y el camino se colapsa
Aparcar en la playa Larga cuando llega el mes de agosto es una «misión imposible». Así lo aseguraban varios conductores ayer por la mañana en los alrededores de la zona de las moreras, uno de los espacios donde se permite aparcar. La problemática, tal como expresaban los conductores, «no es nueva». «Cada año es lo mismo. Hoy hemos venido a las ocho de la mañana y por eso hemos podido aparcar, pero si llegas más tarde, es imposible», aseguraba Alex Burjalés, que salía de la playa a las doce del mediodía, momento en qué el la llegada de coches se acentúa.
Con más de treinta grados de temperatura y en pleno mes de agosto, los conductores esperan pacientes –en la gran mayoría de los casos– en qué se libere alguna plaza de aparcamiento. Las opciones para dejar el coche en la playa Larga se han reducido, después de que el Ayuntamiento haya restringido la entrada de los vehículos a la zona de las dunas para preservar el espacio natural. Así pues, desde la entrada de la Ciudad Residencial, los conductores pueden aparcar a la zona de las moreras, al lado del Espejo de Verano o cerca del Yate.
La solución cuando todos los aparcamientos legales están llenos pasa para dejar el vehículo a los arcenes de la carretera. Es entonces cuando el camino empieza a colapsarse. La llegada de vehículos coincide con la salida de otros, que se marchan de la playa o bien no han encontrado aparcamiento y realizan un cambio de sentido. Vista la situación que se crea cuando llega el mes de agosto, Amalia Aguilar ha decidido bajar a la playa caminante o en motocicleta. Es residente de la urbanización Boscos Tarragona, y según aseguraba, «es un lujo bajar andando». Aguilar manifestaba que «está todo muy mal», pero subrayaba que «el problema también es de la gente, porque se ha mal acostumbrado a dejar el coche justo cerca de la arena, y eso tampoco tendría que funcionar así». «Prefiero bajar andando a qué pongan más parkings», sentenciaba.
A estas alturas, los usuarios de la playa que se desplazan en vehículo son muchos. Jose María Bruguera explicaba que «nosotros venimos pronto para encontrar aparcamiento y marcharse cuando todo el mundo llega, al mediodía.» Bruguera opinaba que «habría que hacer mejoras», y lo ejemplarizaba con el aparcamiento asfaltado de cala Romana, aunque consideraba que construir un parking asfaltado sería una decisión «egoísta», por la zona donde se encuentra la Larga.
Las mejoras del Ayuntamiento
La concejalía de Medio Ambiente había realizado, de cara este verano, una serie de actuaciones en la zona de aparcamientos de la Larga para luchar contra el caos que se generaba. Se señalizaron con unos carteles las entradas y las salidas de las zonas de parking, y se delimitaron con una cuerda y palos de madera aquellos espacios protegidos, aparte de incrementar el espacio de aparcamiento y limpiar la zona. Las actuaciones sumaban un total de 60.000 euros, aproximadamente. Con todo, sin embargo, los usuarios aseguraban que no han notado las mejoras. «Se tiene que preparar bien la zona y limpiarla», expresaba Juan Sánchez. «No se han notado mejoras y todo sigue igual», criticaba a Alex Burjalés.