Los Mossos Investigan la muerte de un hombre ingresado en el Joan XIII
Los agentes comprobaron que había diferentes indicios que apuntaban a una posible muerte violenta
El Hospital Juan XXIII es lo único de la provincia que hace autotrasplantes a pacientes con enfermedades hematológicas
Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para aclarar las causas de la muerte de un paciente del Joan XXIII. Se trata de Ahmed, un hombre de 30 años y nacionalidad marroquí que murió la tarde de ayer el jueves, 24 de julio, en el hospital tarraconense «en extrañas circunstancias».
El cuerpo policial recibió el aviso de la muerte de este paciente a las 17.50h de ayer el jueves. Los agentes pudieron comprobar que había diferentes indicios que apuntaban a una posible muerte violenta. Por este motivo, el Área de investigación Criminal se ha hecho cargo de la investigación y a estas alturas no descarta ninguna hipótesis.
Ingresado en estado de muerte cerebral desde el 3 de julio
El joven se encontraba ingresado en el hospital Joan XXIII desde el pasado 3 de julio en estado de muerte cerebral como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria. La parada se produjo cuando los Mossos D'Esquadra estaban inmovilizándolo como consecuencia de la actitud agresiva y agitada que presentaba. A primera hora del día, Ahmed, muy drogado y después de provocar varios conflictos con los vecinos del bloque donde vivía, en la calle Girona de Salou, empezó a comportarse de manera muy violenta.
Después de cuatro llamadas al servicio de emergencias, se presentó una patrulla de los Mossos d'Esquadra que se encontró el joven muy «agitado» e intervino para permitir la actuación del SEM. Después de inmovilizarlo, el joven entró en parada cardiorrespiratoria. En el mismo lugar se le practicaron tareas de reanimación y después de medicarlo fue trasladado al hospital de Tarragona, donde murió la tarde de ayer jueves.
Según los datos del informe médico, no se establece una relación directa entre las heridas que le provocaron los agentes al inmovilizarlo y el paro, que podría tener que ver con el consumo de cocaína.