Una parte de los vecinos de Parcel·les Iborra, «indignados» con el proceso de reparcelación

El proceso de reparcelación de las llamadas Parcelas Iborra –un conjunto de casas ubicadas al lado de la antigua circunvalación, junto a los terrenos del campo del Nàstic-, ha sido muy criticado por un grupo de vecinos que aseguran estar «indignados». Es por este motivo que intentarán pararlo, después de que se aprobara inicialmente el pasado 29 de junio a la Junta de Gobierno Local.

«Queremos que quede claro que deseamos la urbanización de la zona, pero no con los costes ni con las maneras de hacer de esta reparcelación». Eran las palabras de Eva Compte, vecina de la zona y propietaria de una de las parcelas de la zona. Según decía, «este proceso perjudica a los pequeños propietarios y crea un agravio comparativo». La reparcelación, según detallaba el grupo de vecinos afectados, «no ha sido equitativa desde el primer momento». Existe una calificación diferente de las parcelas que pertenecen a lo mismo plano urbanístico: los pequeños propietarios se califican con la etiqueta 17 A1, mientras que los grandes lo hacen con el 17 B12. «Eso da a los propietarios con las parcelas mayores una posibilidad de construir diferente», explicaba Fausto Arrastia, también vecino y propietario de un terreno.

Según este grupo de vecinos, «los propietarios más beneficiados son aquellos que están vinculados a la Junta de Compensación –creada hace unos 15 años– o al Ayuntamiento de Tarragona». En el documento que presentarán al consistorio detallan toda una serie de «casualidades» que favorecen en las parcelas mayores en detrimento de las más pequeñas. Es el caso, por ejemplo, de la parcela número 27. Esta, queda partida por un camino de 8 metros, y la parte del solar que queda separada se añade a la parcela número 35 «sin que el propietario, gravemente afectado, pueda decidir qué hace con su terreno». Otra de las «casualidades», explicaban los vecinos, tiene que ver con la parcela 44. «Como no tiene los metros mínimos para poder construir, desaparece del mapa y se añade a la parcela 9, aunque en la actualidad no sean confrontants,» explicaba Compte, que añadía que «podría unirse con la 14 y la 13, con las cuales sí dintel actualmente».

Por otra parte, los vecinos también critican que la zona verde que había proyectada se ha trasladado a otra parcela. «En los proyectos anteriores, la zona verde se ubicaba en las parcelas 6, 7 y 8. De esta manera, se mantenía el pulmón de árboles de la zona y se conseguía un fácil acceso. Ahora, en cambio, se ha trasladado a la parcela 5C», detallaban. «Casualmente, las parcelas donde antes estaba la zona verde, pertenecen a uno de los grandes propietarios, miembro de la Junta de Compensación. Ahora se podrá construir», recalcaba Compte.

Un presupuesto «trampa»

Otro de los objetivos de los vecinos es conseguir un presupuesto cerrado y más ajustado. Según relataba Juan Antonio Nogueras, «este proceso de reparcelación tiene, hoy por hoy, unos costes de cerca de 3 millones de euros a repartir entre los propietarios». Se trata de una cantidad menor a la que se había dicho inicialmente, de 5 millones de euros. Pero según decía, «hay trampa». «El presupuesto actual no lo han cerrado, es decir, se pueden añadir otros costes. Nos han engañado», subrayaba Nogueras. Este vecino aseguraba no poder asumir la cantidad que supone un presupuesto de estas características, motivo por el cual se mostraba «muy preocupado».

Con todo, estos vecinos aseguran sentirse «desinformados» y «desamparados» por parte del Ayuntamiento de Tarragona. Reclaman una reunión con los representantes del consistorio para clarificar sus dudas y mostrar su desencanto con el proceso de reparcelación. «Pedimos que se nos tenga en cuenta y se nos escuche, ya que detrás de todo el proyecto hay muchos intereses particulares y económicos en detrimento del resto de propietarios», recalcan en el documento que presentarán al consistorio próximamente.