El entorno de la playa Llarga, un espacio que «acumula basura durante el verano»
Los vecinos lamentan el incivismo de la gente, pero también la dejadez por parte del Ayuntamiento
El entorno de la playa Llarga es, según los vecinos de la zona, un espacio que «acumula basura durante todo el verano». Con la llegada de la época estival y de los primeros usuarios, empiezan a aparecer las primeras botellas de plástico, algunas latas y también bolsas. Cuando empieza el mes de julio, el estado de la zona empeora, y los contenedores se llenan de cajas de cartón, botellas de vidrio y restos de comer. El mes de agosto acaba de llenar los alrededores de este espacio natural de basura de todo tipo, desde sartenes hasta sillas de playa. «Y cuando llega el mes de septiembre, absolutamente todos los alrededores de la Llarga están llenos de basura», aseguraba Cristina García, vecina residente, durante los meses de verano, en los apartamentos ubicados a la zona central de la playa.
Son precisamente los vecinos los que más sufren esta mezcla de «incivismo» por parte de la gente y de «dejadez» por parte del Ayuntamiento de Tarragona. «Cuando salimos a pasear vemos basura que lleva en el mismo lugar semanas, incluso meses, y que nadie hace nada para recogerla», decía García. Los tres puntos más conflictivos son los siguientes: la zona de contenedores ubicada detrás de los apartamentos, en el centro de la playa; el otro espacio de contenedores, situado detrás de las moreras, al lado del Iot; y el vertedero ubicado en la zona boscosa que hay junto a la gasolinera Jaume I, detrás de los campings de la Llarga.
«Hacen falta más contenedores»
Una de las posibles soluciones que según los vecinos pondría remedio a la situación sería la de instalar más contenedores durante los meses de verano. «Los restaurantes vierten aquí todos sus desperdicios y los operarios del Ayuntamiento que limpian la playa también, por este motivo se llenan tan rápido», apuntaba Enric García, también vecino de los apartamentos ubicados al lado de los contenedores. El mismo García expresaba que «la gente no somos cuidadosos con el entorno», pero subrayaba que «cada año esta zona está más dejada, y eso es culpa del Ayuntamiento». «Eso sí, después, cuando lleguen las tortugas, lo limpiarán todo», bromeaba Cristina.
Otro de los puntos fatídicos es la zona boscosa que hay al lado de la gasolinera Jaume I, detrás de los campings de la Llarga. Se trata de un espacio por donde transita mucha gente que ya se limpió el año pasado, pero que este año se ha vuelto a transformar en un vertedero. Actualmente hay restos de obra, como también persianas, sillas y otros elementos domésticos. Con todo, los vecinos desean que esta situación cambie lo más bien pronto y que se ponga solución.