«La música, y el arte en general, tienen el poder de conectar a las personas»
El intérprete de Manlleu presenta hoy a las siete de la tarde su nuevo disco, ‘Connexions’, en el Parque Saavedra de Tarragona
—La canción que da título al disco es Connexions. Estamos más conectados que nunca, pero no es este tipo de conexiones, las que tú reclamas.
—Sí, hablo del poder que tiene la música para conectar las cosas en un mundo en que tenemos muchas WIFIs, iPads y teléfonos, pero en que parece que estamos menos conectados que nunca. Cada uno va por su lado, no empatizamos con el vecino, la política está desconectada de la educación, la educación de la cultura, etc. Creo que la música, y el arte en general, tienen un papel fundamental, el poder de conectar las cosas.
—Connexions es un disco vital, lleno de referencias a las cosas pequeñas y al día a día. ¿És allí donde encuentras lo que te inspira ?
—Por un lado sí, pero también en aquellos sitios donde hay magia, estas cosas que no sabemos explicar, que tienen un punto de poesía. Allí hay un caldo de cultivo de donde sale mucha inspiración.
—También hay una visión crítica que es sutil y amable, pero evidente.
—En mis canciones siempre hay una mirada bastante crítica del mundo que nos rodea. No hago canción protesta, ni lo digo de una manera muy directa, porque siempre me meto dentro de la aureola poética buscando la belleza, pero sí que hay esta mirada muy personal bastante crítica con la sociedad moderna.
—En el disco te rodeas de músicos como Joan Colomo, Judit Neddermann o Joan Garriga. ¿Cómo se generan estas conexiones y qué resultado han tenido?
—Son unas conexiones muy naturales y espontáneas, porque a la mayoría de ellos los he ido conociendo en el camino musical que he ido siguiendo. Siempre he ido bastante por libre, pero me he ido cruzando con personas que, aparte de una conexión artística, muchas veces hemos ido más allá, con Judit Neddermann o el Alessio Arena, por ejemplo, somos muy amigos.
—-No es nuevo que combines sonoridades muy diversas. En este disco acaban conformando un discurso muy afinado. ¿Cómo se consigue, eso?
—Es cierto que tengo influencias muy diversas, México, los Balcanes, el Mediterráneo... Ayuda que sea el tercer disco, porque ya hay una identificación con mi rollo. En este trabajo la idea era compactarlo un poco sin perder la esencia ecléctica, cerrar un poco el círculo y hacerlo todo más unitario. Por eso esta vez he trabajado con un productor, Josep Maria Baldomà, que me ha ayudado a buscar este hilo conductor.
—Es la primera vez que trabajas con un productor. ¿Cómo ha sido la experiencia con Baldomà?
—Era un reto porque estaba acostumbrado a trabajar sol. En este disco hemos hecho un ejercicio de compartir ideas, dialogar, y buscar consensos, y la verdad es que ha estado muy bien porque he llegado a lugares donde no habría llegado a solas. También ha pasado con los músicos, dejamos muchas cosas abiertas para que todo el mundo pudiera aportar de su parte, y creo que al final se nota, hay una frescura que me gusta mucho.
—No es la primera vez que tocas en Tarragona. ¿Qué veremos en el Parque Saavedra?
—Será un concierto bastante especial, porque presentaré las canciones del nuevo disco y porque vengo solo. Los conciertos de pequeño formato como este permiten una conexión con el público más directa, son más elásticos.
—En la ciudad te hemos podido ver en el festival Minipop y también tocaste en el espacio infantil del Arco de Triunfo durante la festividad. Parece que el público infantil conecta de una manera especial con tu música.
—Sí, y es una conexión que no es buscada, porque no hago las canciones pensando en los niños. Pero de alguna manera, como la música es fresca, directa y natural, conectamos mucho.