«Me gusta que la magia sea divertida y el humor, mágico»

—¿Qué podrá ver al público en Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas?

—Un monólogo para reír, para reír mucho. De hecho, se recomienda haber ido al lavabo antes para no tener un incidente en las butacas. Dicen que la risa rejuvenece y es cierto. He visto a señores reírse tanto de que, en pleno show, volvían dentro del útero materno.

—¿Cómo es el show?

—A mí me encanta. Me pongo rojo como una adolescente enamorada cada vez que me preguntan por él. Yo creo que a Usted, señora periodista, le gustará. De sus dos primeras preguntas, deduzco que es una persona inteligente, culta y limpia , así que creo que le gustará. Fíjese en que prefiero hablar bien de Usted antes que de mi propio show. Aun así, no querría ocultar que se ha dicho en numerosas ocasiones que el espectáculo es una de las obras más ingeniosas, brillantes y poéticas del siglo XXI. Ahora bien, me gustaría ocultar que he sido yo quien lo ha dicho.

—El título de este espectáculo es un juego de palabras y de hecho los utiliza con frecuencia. ¿De dónde surge esta pasión por las palabras y la lengua?

—Las palabras son la herramienta imprescindible para compartir nuestro bien más preciado: las ideas, los pensamientos, las opiniones, los sentimientos... Todo eso lo compartimos gracias a las palabras. Y es aquí dónde surge mi amor hacia ellas. Dan mucho y piden muy poco.

—¿Cómo y cuándo empezó a inventar palabras?

—Para ser preciso, lo que yo hago no es inventar palabras. Rastreo significados huérfanos de significantes. Busco situaciones reconocibles o experiencias que todos hemos vivido pero que no tienen una palabra que les dé nombre. La invención de la palabra viene después, el mérito primero es encontrar una situación que todos hemos vivido y que no sabemos como denominar.

—¿Cuáles son sus preferidas?

—Las que todavía no he escrito. Es un proyecto tan interesante que creo que las mejores todavía no se han creado. Es un error por parte del artista enamorarse de las obras ya acabadas. El artista genuino, así como el amante genuino, está pensando siempre en lo que vendrá.

—Estas palabras inventadas son la base de su nuevo libro, que se publicará pronto. Hágame cinco céntimos.

—Puedo adelantarle el título, pero no le diga a nadie: Cambiando muy poco algo pasa de estar bien escrito a estar mal escroto. Será un libro donde se recogerán palabras inventadas para dar nombre a conceptos y situaciones que todos reconocemos pero que no tienen un significante que los denomine. Hace cinco años que estoy escribiendo este libro. Primero fue una sección en El Hormiguero, después una sección en la radio y muy pronto, un libro.

—La unión de magia y humor caracteriza muchos sus monólogos, shows y apariciones televisivas. ¿Cómo combina estas dos facetas?

—Ambas actividades son complementarias y una le da sentido a la otra. Disfruto mucho el momento de la creación. Inventar los chistes, las magias, las metáforas visuales me encanta. Pero todo eso realmente tiene sentido cuando subo al escenario y lo puedo ver funcionar delante del público, escuchando su risa o sintiendo su sorpresa. Mi pasión por la magia enriquece una pizca mi humor y mi pasión por el humor hace la magia un poco más divertida. Me gusta que la magia sea divertida y que el humor sea mágico.

—Hace unos meses recibió un premio de la Academia de Artes Mágicas de Hollywood, que és algo parecido a recibir un Nobel de la Magia. ¿Cómo lo vivió?

—Me ha hecho mucha ilusión y fue totalmente inesperado. Recibir este premio implica que mi nombre esté en una lista junto con algunos de los magos que más admiro. De hecho, aprendí todo el que se gracias a los libros de algunos de estos magos.

—Aparte de verlo en teatros, el público tiene citas regulares con su humor en la televisión y en la radio. ¿Qué han supuesto para su carrera?

—Me gustaría entender mi carrera artística como una carrera de largo recorrido. Yo no soy un sprinter. Voy haciendo las cosas poco a poco y como un buen corredor de maratones, avanzo y no miro el reloj. Mi reto profesional, el único de hecho, es hacer lo que hago cada día un poco mejor.