El Ayuntamiento empapelado, «símbolo de libertad» en el 'Maratón por la Democracia'
Más de un millar de personas respondieron a la convocatoria de Òmnium y se reunieron en la Plaza de la Font por segunda vez en una semana
La Plaza de la Font se ha llenado, por segunda vez esta semana, para defender la democracia y el referéndum del próximo 1 de octubre. La respuesta no ha sido tan masiva como el pasado miércoles, pero el convencimiento soberanista sigue intacto. Además, la Maratón por la Democracia celebrada este domingo ha ganado en simbolismo. Las puertas y la fachada del Ayuntamiento de Tarragona han quedado completamente empapeladas. Pasadas las ocho de la tarde, una hora después de que empezara el acto, era casi imposible colgar otro cartel. Òmnium, entidad organizadora, ha repartido más de 5.000, aunque como bien reconocía la presidenta de la organización en Tarragona, Rosa Maria Codines, «nos hemos visto desbordados».
Codines se ha mostrado «sorprendida» por la respuesta que Tarragona ha dado a lo largo de estos días. «A la manifestación me quedé sin palabras, y hoy me he vuelto a quedar pasmada. En Tarragona eso es increíble», expresaba. La ciudad ha compaginado los actos festivos de Santa Tecla con las reivindicaciones, un hecho «inevitable», según Codinas. Además, sobre las críticas en Ballesteros, ha argumentado que «eso es lo que pasa cuando un país toma una dirección y tú no vas por el mismo camino». La presidenta de Òmnium en la ciudad tiraba optimismo de cara a la «larga» pero «interesante» semana que llega. «La gente está eufórica y positiva. Tenemos que seguir e ir adelante, con ilusión y ganas,» cerraba Codines.
El ambiente en la Plaza de la Font ha sido totalmente festivo. Un grupo de grallas ha interpretado Els Segadorsy varias canciones populares. «No queremos ser una región de España, no queremos ser un país ocupado. Queremos, queremos, queremos, queremos la independencia. Queremos, queremos, queremos, Países Catalanes,» ha clamado la plaza en más de una ocasión. Las carrerillas para hacerse con algún cartel han sido constantes. Las mesas de Òmnium al pie de las escaleras eran el preludio de lo que pasaría minutos después de empezar a repartir los ejemplares. Las puertas y la fachada del Ayuntamiento se han llenado de carteles en cuestión de minutos. «Eso simboliza libertad para mí, para mis hijos y para mis antepasados», decía Rosa Besora justo después de poner uno de los primeros carteles en la puerta. Después de ella, han llegado muchísimos más. «Nosotros luchamos por su futuro. Enganchamos los carteles a un Ayuntamiento que no nos deja votar», expresaba Laia Dalmau después de que sus hijos engancharan otro ejemplar.
Los andamios colocados al lado de la fachada se han convertido en escaleras para colgar los carteles todavía más arriba. Eso debieron pensar los diversos jóvenes que, cartel y cola en mano, han conseguido enganchar a casi 10 metros de altura. Las instrucciones de Òmnium han sido las de empapelar por toda la ciudad durante una hora y volver a la plaza, pero los asistentes han querido convertir el Ayuntamiento en todo un símbolo.
Los servicios de limpieza tendrán mucho trabajo si desde el Ayuntamiento se ordena no dejar rastro de las reivindicaciones de esta tarde. Al cierre de esta edición los carteles seguían colgados. Tarragona ha vuelto a responder al llamamiento por la defensa de la democracia y el referéndum. El alcalde, sin embargo, sigue sin dar una respuesta. Y el «Ballesteros dimisión», esta tarde, se ha vuelto a escuchar.