«La experiencia del huracán Harvey sobrepasó todo lo que me podía imaginar»

Víctor Corbella, tarraconense de 38 años, se marchó de Tarragona a estudiar en Normandía un Master en Refinado de Petróleo con la intención de pasar sólo un par de años. Han pasado 13 años y no ha vuelto. Su carrera profesional lo ha llevado a vivir en París, en Inglaterra y en los EE.UU. Primero en Philadelphia y ahora en Tejas. Vivió en primera persona una experiencia que nunca habría imaginado, el paso del huracán Harvey.

—Cuál fue su primera impresión del país?

—Tejas es muy diferente de los otros lugares de los EE.UU. donde había vivido o que había visitado en el pasado. Se una sociedad conservadora, muy religiosa, negacionista sobre la teoría de la evolución, pro-Trump, anti-Obama, no creen en el cambio climático, etc. La gente es muy educada. Creo que la manera de ser de la gente de aquí es lo que más me ha sorprendido desde que llegamos.

—Este mes de agosto vivisteis en primera persona la llegada del huracán Harvey, como fueron aquellos días?

—Cuándo llegas, desde el primer día todo el mundo te habla de la estación de huracanes, de junio a noviembre, te dicen: se tiene que estar preparado, tener comida en latas, agua en botellas, garrafas de gasolina, maletas hechas, linternas y pilas, dinero en metálico... Nada de lo que te puedan decir es suficiente para que realmente estés preparado para recibir un huracán. La realidad ha sobrepasado todo lo que te podías imaginar. Han sido unos días de mucha incertidumbre mucho estrés y mucha angustia. Angustia de no saber si el agua subirá como para inundar tu casa, angustia de no saber si te quedarás atrapado o te podrás marchar. Mucha gente quedó atrapada en los atascos, se quedó sin gasolina y el huracán los pilló dentro de sus coches en medio de la autopista. En nuestro caso, el lunes 28 de agosto por la mañana, descubrimos que estábamos atrapados en casa. Las calles estaban inundadas por la lluvia y nuestro coche no podía circular. Aquella noche, ni mi mujer ni yo, pudimos dormir mirando por la ventana como el nivel del agua subía sin cesar, a la vez que la intensidad de la lluvia aumentaba rabiosamente. El martes 29 de agosto por la mañana perdimos el suministro eléctrico y el agua ya estaba a unos 3 metros de nuestra puerta. Un amigo que tiene un gran coche con suspensión sobre-elevada se ofreció a sacarnos de casa. Aceptamos la propuesta sin pensarlo dos veces.

— Cómo se comportó la gente en aquellos momentos?

—Con un gran espíritu de colaboración y ayuda de todo el mundo. Creemos que las autoridades y la población se vieron completamente sobrepasados por las consecuencias del huracán. Nadie se imaginó que llovería tanto. Ni yo tampoco. He aprendido una lección que no olvidaré nunca: la próxima vez que se acerque un huracán, nos marcharemos tierra adentro independientemente de lo que digan las autoridades.

— Tejas fue uno de los estados donde el dominio de Trump fue más notorio a las últimas elecciones, como se ha vivido el triunfo del magnate estos meses?

—Aquí se idolatra a Trump. Cualquier cosa que diga o haga, la encuentran bien dicha o hecha. Odian, literalmente, odian a los políticos del establishment. Detestan que los diversos gobiernos quieran regularlos y los carguen con más y más impuestos.

—Recomendaría el estado de Tejas para ir a vivir o para trabajar?

Aquí la tasa de paro es muy baja... en torno al 4%. Sí que lo recomendaría siempre y cuando se venga abierto de espíritu y listo para adaptarte.

— Qué es lo que más echa de menos de casa?

—Mi familia, mis amigos, las tradiciones de Cataluña, la comida de mi madre.

—Tiene intención de volver pronto o de momento no?

—Sólo de vacaciones. Aunque todo es posible.