Àngel Òdena, Frederic Porta y Joana Zaragoza abandonan el Senado Tarraconense por discrepancias con el alcalde Ballesteros
Dicen que Ballesteros los invitó a entrar «en una jugada de imagen sin ningún contenido, una embarcada de tópico político para hacerse la foto y ya»
El barítono Àngel Òdena, el periodista Frederic Porta y la profesora titular de la URV Joana Zaragoza, remitieron ayer al alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, una carta donde le comunican que renuncian a seguir siendo miembros del Senado Tarraconense. En la misiva, los tres recuerdan que «años atrás entramos en el Senado por invitación del alcalde Ballesteros, bien orgullosos de poder colaborar con lo que necesitara a nuestra querida Tarragona. Gratia te amore, cómo creemos que tenía que ser, por orgullo tarraconense y deseo de progreso, de aportar a la mejora de todos con nuestro grano de arena. Teníamos que ser un órgano de consulta del alcalde escogido por nuestros representantes democráticos. Al cabo de pocas sesiones, corto y raso, nos dimos cuenta de que aquello era una simple jugada de imagen sin ningún contenido, una embarcada de tópico político para hacerse la foto y ya. Muy decepcionados y sin comentarlo, optamos por no volver, con discreción. Tampoco hacía falta hacer aspavientos públicos, ni expresar cuan decepcionados estábamos».
El escrito de Òdena, Porta y Zaragoza sigue diciendo, con la misma contundencia, que «días atrás, después de años ver llenándose el vaso de la paciencia, llegó la proverbial gota que rebosa: Ballesteros decía «no» a nuestro deseo de votar en el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre... En lugar de escuchar la voz del pueblo, el alcalde ha preferido alinearse con aquellos que nos quieren negar incluso la palabra y los derechos democráticos más básicos, los que pervierten conceptos y palabras para mantener sus beneficios particulares, los que abusan de la violencia contra un pueblo de actitud ejemplar».
Los firmantes de la carta informan al alcalde de que «después de los deplorables hechos vividos el domingo en la ciudad y en el país, presentamos la dimisión, pidiendo excusas para llegar demasiado tarde. Lo habríamos tenido que hacer mucho antes, en coherencia con la preservación de la dignidad y los derechos democráticos más básicos de todos los tarraconenses y tarraconenses». El día 1 de octubre –añaden– vimos cómo la represión era el único diálogo, como se maltrataba gente de todas las edades, como se pisaban los derechos de un pueblo, como se utilizaba la fuerza bruta contra el pensamiento y las ideas. Pero nuestro Ayuntamiento no tan sólo no nos defendió sino que primero calló y después justificó la fuerza represora».
En un apartado de la misiva, y una vez explicados los motivos que les han llevado a renunciar al Senado de Tarragonins, los firmantes remarcan que «podríamos entrar a fondo y alargarnos sobre como sufre Tarragona al actual equipo municipal, pero ya resulta suficientemente evidente para cualquier ciudadano con mínima capacidad de análisis. No nos extenderemos, pues. Sólo presentamos públicamente la renuncia a este estéril escenario de propaganda denominado Senat y denunciamos el alcaldada de alguien que, creemos, no nos representa como la ciudad merece, ni se muestra atento al deseo democrático de gran parte de Tarraco. No hablemos de la nefasta política cultural, con cierre de teatros y festivales, ni de suciedad, ni de proyectos eternizados, ni de tantos y tantos otros aspectos que nos horripilan el alma y nos restan autoestima de tarraconenses y tarraconenses».
Òdena, Porta y Zaragoza concluyen afirmando que «Usted y su equipo están en su derecho de hacer lo que crean adecuado, ganaron unas elecciones legales y legítimas, pero nosotros no queremos formar parte de un órgano consultivo al cual ni se consulta ni se lo escucha. Sólo, adiós, Ballesteros, no cuente con nosotros».