Ciutadans se ofrece a garantizar la estabilidad política en Tarragona ante el «chantaje» de Prats

Este miércoles 4 de octubre ha presentado su dimisión de regidor de Cultura y cuarto teniente de Alcalde, Josep Maria Prats. Su dimisión hace que el actual gobierno de la ciudad, formado por PSC y PP,quede en minoría, puesto que él era quien garantía, por número, la estabilidad del pacto de gobierno.

Esta dimisión ha hecho que los partidos de la oposiciónno tardaran el pronunciarse sobre el hecho.

El partido de ERC considera que Ballesteros también tiene que dimitir «por no estar a la altura de la dignidad del cargo». «Ha demostrado ser un alcalde cobarde e indigno del cargo», ha señalado el portavoz republicano, Pau Ricomà. Los republicanos reclaman la expulsión inmediata del PP del equipo de gobierno, como «responsable político de las agresiones a los ciudadanos de Tarragona». «Es una vergüenza que el PP gobierne en la ciudad de Tarragona, gracias a un pacto 'antinaturaleza' con el cual el alcalde Ballesteros traicionó a sus votantes», ha concluido.

Por su parte, Ciutadans se ha ofrecido a garantizar la estabilidad política en Tarragona ante el «chantaje» de Prats. El portavoz del grupo municipal de Cs, Rubén Viñuales, ha adelantado que su grupo no entrará a formar parte del equipo de gobierno, pero que dará apoyo a los temas importantes de ciudad «para que los chantajes políticos no afecten a la vida diaria de los vecinos». «En estos momentos, Tarragona necesita la unidad de todos los demócratas y garantizar su estabilidad es el deber de Cs como líderes de la oposición», ha declarado.

El portavoz del PDeCAT, Jordi Abelló, ha reprochado al exconcejal de Cultura que nunca tendría que haber pactado con los actuales socios de gobierno. «El señor Prats tendría que haber sabido que PSC y PP eran muy malos compañeros de viaje», ha afirmado Abelló. «No tendría que haber pactado nunca», ha señalado Abelló, el cual ha añadido que el pacto de gobierno está «escorado al derecha más españolista que sólo busca la comodidad y asegurarse las sillas del poder». «Ya lo dijimos en febrero del año pasado, la unión de debilidades, en este caso tres, nunca ha sido un sinónimo de éxito, sino que todo al contrario», ha concluido Abelló.

Finalmente, la CUP «aplaude» la decisión de Prats, del cual valora su «valentía» y «coherencia del cual», al dejar el cargo que implica un pacto con el partido que, según rendiréis a la CUP, orquestó la ofensiva policial. La CUP reprocha al resto de concejales que «callen y no osen ni abrir la boca» sobre el 1-O, ya sea «por disciplina de partido, lealtad al alcalde o convencimiento personal». «Prats dejará de ser conseller de Cultura, pero pasará a ser recordado como la persona que supo decir «lo suficiente», dicen los cupaires, que instan al resto de concejales a «seguir, por decencia, su ejemplo y dimitir». «Esperamos que la decisión de Prats haga reflexionar a todo el mundo», concluye su comunicado.