La Policía Nacional registra los vehículos de los padres de un jardín de infancia

Los padres de los alumnos del jardín de infancia la Salle Tic-tac tropezaron, el martes por la mañana, con un control por parte de los agentes de la Policía Nacional. La comisaría de este cuerpo está ubicada unos metros más abajo del centro y, por motivos que se desconocen, empezaron a registrar los vehículos de los padres que llegaban para dejar a los niños a la escuela. Según han informado fuentes del jardín de infancia, «nosotros no teníamos conocimiento que eso se realizaría». La situación «sorprendió» a los padres y uno de ellos, Edgar Adserà, denunciaba así la situación vía Twitter: «Es indignante que en Tarragona, delante de la guardería de mi hija, esté la Policía con metralletas pidiendo a los padres que abran el maletero».

Fue minutos antes de las nueve de la mañana cuando los agentes «registraron cuatro o cinco vehículos a medida que estacionaban, en zona verde, delante del centro, informaban desde la Salle Tic-tac. Los agentes, armados, pedían a los padres que abrieran los maleteros «como si se tratara de un control de aduanas». Las personas que chocaron con el control de seguridad estaban llevando a sus hijos al servicio de acogida, que se realiza antes de las nueve, cuando llega el grueso de alumnos a las puertas del centro.

Los registros duraron entre un cuarto de hora y veinte minutos y, acto seguido, «los agentes desaparecieron». Así lo aseguraban desde el centro, y reiteraban que no nos lo esperábamos pero que «dentro de la situación de excepcionalidad que estamos viviendo, quizás cabe todo». Para hoy esperan que eso no vuelva a pasar. En caso contrario, sin embargo, será la Salle como institución la que se encargará del asunto. «Esperamos que esta situación no se repita, pero si vuelve a pasar, la institución de la Salle hará alguna acción al respecto», aseguraban desde el jardín de infancia.

Por su parte, los alumnos vivieron el día con tranquilidad y sin ser muy conscientes de lo que había pasado en la llegada al centro educativo. «Los niños son ajenos en estas cosas, pero también los sorprende ver a un policía armado en las puertas de su escuela», decían desde el centro. Los que sí mostraron su malestar fueron los padres que vivieron, de primera mano, los registros en los vehículos.

Con todo, desde el centro opinaban que los hechos sucedidos ayer por la mañana «no tienen demasiada explicación» pero que «suponemos que son medidas excepcionales». «Hoy ha tocado aquí pero mañana quizás se ponen a hacer controles en la carretera de los Pallaresos», bromeaban fuentes del jardín de infancia. Habrá que esperar para ver si esta acción de los agentes de la Policía Nacional se vuelve a repetir y si el Ayuntamiento se pronunciará al respecto.