Laura Domènech Fernández: De Tarragona a Brisbane (Australia)
«Gente de todo el mundo nos pregunta qué está pasando en Cataluña»
Licenciada en biología, esta tarraconense decidió iniciar, con su prima, una aventura a 17.000 km de casa para mejorar su inglés
Laura Domènech emprendió su aventura australiana con su prima hace poco más de un mes. Aunque todavía se están adaptando, la amabilidad y el civismo que han encontrado les está poniendo las cosas muy fáciles.
—¿Qué motivos la llevaron a marcharse de casa para ir a vivir al extranjero?
—Principalmente fue porque tenía muchas ganas de ver mundo y vivir la experiencia de descubrir otro país como una local más. El tema del idioma también fue una parte fundamental. Quería mejorar mi inglés y había llegado a un punto en que la única manera real de avanzar era marcharse a un país donde se hablara este idioma.
—¿Cuál fue su primera impresión del país?
—La primera impresión fue muy buena. Aquí la gente es muy atenta y están completamente acostumbrados a los extranjeros, sólo hay que pasear por centro (en mi caso de Brisbane) para darte cuenta de que la mayoría de gente no es australiana. Por poner un ejemplo, el propietario de la casa donde ahora estamos viviendo mi prima, Grisel·la Domènech, y yo (las dos hemos emprendido esta aventura juntas) vino a buscarnos las maletas en el hostal donde nos alojábamos y nos las dejó en la que sería nuestra habitación. Y, todo eso, simplemente para hacernos el favor.
—¿Fue muy sorprendente el cambio o fue, más o menos, tal y como se lo había imaginado.
—Depende en qué aspectos. Tienen mucha parte de la cultura inglesa, pero por otra parte, son mucho más abiertos, divertidos y les gusta mucho charlar y conocer gente. Es muy típico ir al mercado el fin de semana y que dos o tres vendedores te pregunten de donde eres o cuánto de tiempo llevas viviendo en la ciudad. Sin embargo, la verdad es que la adaptación es fácil, teniendo en cuenta que estamos a 17.000 kilómetros de casa.
—¿Cuáles son las diferencias entre Brisbane y su casa?
—Los hábitos alimenticios es lo que llevamos peor de todo, sobre todo los españoles. Aquí desayunan muy pronto, a las doce del mediodía ya comen y la cena es hacia sobre las seis de la tarde. ¡Las tiendas cierran a las cinco y los supermercados un poco más tarde, pero ya nos ha pasado más de una vez querer ir a comprar alguna cosa y encontrar que estaban cerrando! Y es que, cuando ellos piensan en qué hacer para cenar, nosotros todavía discutimos que merendamos. Otra cosa que nos ha sorprendido mucho es la calidad de vida que tienen. En trabajos de hostelería puedes cobrar 18-25 $ la hora (entre 16-17 euros por hora), si lo multiplicas por una jornada completa de 40 horas.... ¡Podéis hacer los cálculos!
—¿Cuáles son los lugares más característicos de su nueva ciudad de acogida?
—Brisbane es la capital del estado de Queensland (costa este del país), está dividida por el Brisbane River y tiene cerca de 2,5 millones de habitantes. El centro de la ciudad es relativamente pequeño y és donde se pueden ver la mayoría de grandes edificios, rodeados de sorprendentes jardines que aparecen de la nada.
—¿Cómo se ve Cataluña desde allí?
—Somos muchos los catalanes que hemos vivido muchos momentos de tensión y desazón desde las antípodas y hemos conectado constantemente con la familia y amigos, mirando vídeos, fotografías... Han sido días muy duros de vivir tan lejos de casa pero las noticias han llegado hasta aquí y gente de todo el mundo pregunta que es lo que está pasando.
—¿Alguna experiencia que has vivido desde que llegaste que quieras destacar?
—Seguramente es muy típico sin embargo, para mí, el hecho de poder ir a Lone Pine, que es un santuario de coalas en las afueras de Brisbane, y poder ver cerca de coalas, canguros, dingos wombats, demonios de Tasmania, entre otros animales, fue un sueño hecho realidad. Son algunos de los animales que siempre había querido ver en directo.