Sociedad
Una vecina desahuciada no puede volver al piso para recuperar su silla de ruedas
La afectada asegura que «la inmobiliaria no me quiere poner en contacto con el propietario de la vivienda para recuperar mis pertenencias»
Una vecina discapacitada de Tarragona, María del Carmen Reche, recibió hace medio año una orden de desahucio de su piso por impagos. Reche vivía con su hijo pequeño de 9 años en la calle Orosio de Tarragona.
Hace un mes, la inmobiliària decidió darle una semana de margen para desalojar la vivienda, según la vecina «me dijeron que si el día y a la hora establecida no estábamos fuera se presentarían con las autoridades para hacer el desalojo definitivo». «Fue la asistenta social quien me llamó para confirmarme el día y la hora para el desalojo», añade.
«La inmobiliaria cambió la cerradura de la puerta de casa», explica Reche, y a consecuencia tuvo que abandonar la vivienda de manera inmediata.
Las personas que le hicieron el traslado de las pertenencias dejaron su silla de ruedas eléctrica, la scooter como dice Reche, para el último viaje porque «al cogerla se les escapó y se rompió una de las baterías». Según Reche, «contaban con tener ayuda para levantarla, pero no pudieron y la dejaron allí». Es por eso que la scooter se quedó dentro del piso, junto con la lavadora y alguna de sus pertenencias sin poder recuperarlo.
María del Carmen tiene un 75% de discapacidad de cintura hacia abajo, no puede andar, y le han tenido que dejar una silla de ruedas, pero asegura que «es un poco inestable a la hora de subir la rampa de casa» y que por eso no puede salir sola.
Actualmente, la vecina vive en un piso que le buscó la asistenta en Sant Pere i Sant Pau y asegura que «los vecinos y familiares me están ayudando a llevar a mi hijo al colegio y también a hacer la compra», debido a la situación que está viviendo.
La afectada añade que «desde la inmobiliària no me dejan poner en contacto con el propietario para que pueda recuperar lascooter» y «estoy esperando a que salga una orden judicial para poder volver al piso y recuperar mis pertenencias», pero asegura que «tengo la certeza de que no las podré recuperar».
Reche pide que si hay alguien que quiera donarle alguna silla de ruedas eléctrica «sería la mujer más feliz del mundo,porqueme sabe muy mal no poder llevar al niño al colegio», añade la vecina.