Centenares de personas se adelantan a Todos los Santos para engalanar las tumbas

Centenares de personas aprovecharon la jornada festiva de ayer para visitar a sus difuntos enterrados en el cementerio de Tarragona y proceder a limpiar los sarcófagos y depositar flores. El movimiento de gente fue constante durante toda la jornada, mientras en varios puestos de venta de flores situadas en el exterior recibían a los compradores y agentes de la Guardia Urbana regulaban la circulación de vehículos y personas. Algunos de los tarraconenses que fueron al cementerio tienen por costumbre llevar a cabo la tarea de engalanar los espacios de entierros unos días antes de Todos los Santos para evitar las habituales aglomeraciones, otros volverán el miércoles con la familia y también los hay que tienen personas queridas en varios cementerios y que irán a visitarlas en días diferentes.

El último de los casos comentados es el que afecta a Maria Jesús González, quien comentó a esta redacción que «vengo unos días antes para arreglarlo. Aquí tengo enterrados los padres y los abuelos, y eso no se olvida nunca». El día de Todos los Santos, el miércoles irá a Barcelona. «Mi marido tiene sus padres allí y también les vamos a visitar». González añadió que «aquí en Tarragona, tengo enterradas doce personas y de todas las edades». González comentaba sus sensaciones mientras procedía a limpiar varios elementos, como la imagen de una Virgen.

En unas islas situadas a unos metros de distancia, Carmen Luque colocaba ramos de flores. «Venimos al cementerio con frecuencia: mi padre está enterrado aquí y mi madre viene todas las semanas». «Hoy –para ayer– aprovechamos para limpiar, y el día 1 es más familiar, ya que nos encontramos a todos los primos». Luque remarcó que, con la limpieza y la colocación de flores, «está más bonito y es un homenaje que los hacemos». Recordó que «mi padre tenía ocho hermanos y todos están enterrados en Tarragona y, por eso, arreglamos los nichos y, después, nos encontramos y hacemos comentarios».

Antes del 1

Miquel Andreu y Sisa Abasolo siempre van al cementerio unos días antes del 1 de noviembre. «Hay menos gente y estamos más recogidos», dijo Andreu, quien añadió que «al cabo del año venimos varias veces al cementerio, tanto por Todos los Santos como coincidiendo con aniversarios y por Navidad». «No me gusta venir el día 1 porque hay mucha gente: en un día como el de hoy, más tranquilo, parece que les hables mientras limpias y pones flores».

Subida a una escalera para poder acceder al nicho, Sonia Plou procedía a limpiar un cristal. Como todos los años, «vengo unos días antes a limpiar porque por Todos los Santos es difícil encontrar una escalera». Aprovechó para pedir a los responsables del cementerio tarraconense que «pongan más escaleras, ya que algunas personas las tienen que llevar de su casa para poder limpiar los nichos». El miércoles, «vendremos todos los miembros de la familia» para rendir homenaje y tener un reconocimiento hacia las personas traspasadas.

En la jornada de ayer, el cementerio tarraconense ya lucía impoluto, con un elevado número de nichos que presentaban un aspecto inmejorable de cara al próximo miércoles.