Ikea tendrá que esperar a principios del 2018 para iniciar las obras de su tienda

La multinacional sueca Ikea tendrá que esperar hasta las primeras semanas del 2018, como mínimo, para empezar a construir su tienda en Tarragona. La obra está supeditada al inicio de la urbanización del Plan Parcial 10 –vinculado a la Anilla Mediterránea. El concejal de Urbanismo, Josep Maria Milà, manifestó que esta actuación «se tiene que adjudicar y las obras podrían empezar a inicios del próximo año». Milán hizo esta afirmación en el curso de un encuentro organizada por la Associació de Veïns l’Albada en la cual se habló del desarrollo urbanístico de la zona donde Ikea abrirá su tienda a Tarragona, y en la que también estuvo presente el comisionado de los Juegos Mediterráneos, Javier Villamayor.

El responsable del urbanismo municipal de Tarragona comentó que se está avanzando en el proyecto e informó de que «el Ayuntamiento ya ha escriturado la reparcelación». Milà remarcó que «se dará la licencia a Ikea en un muy corto plazo de tiempo» y subrayó que «todo está ultimado, pero el Ayuntamiento tiene que estar seguro de que el dinero llegará, antes de que empiecen las obras».

Milà recordó que en el PP10 se construirá, además de la tienda de Ikea, 1.200 viviendas, de los cuales más de 300 serán de protección pública y muchos se destinarán a alquiler social. En esta zona donde estuvo el barrio de La Esperanza se operará un cambio urbanístico radical «que permitirá cohesionar la ciudad», una medida que ya preveía el POUM de 1985, que contemplaba la construcción de un nuevo barrio en esta zona de Ponent de Tarragona, una intervención que será una consecuencia directa de la Anilla de los Juegos Mediterráneos.

La urbanización del PP10 contempla, igualmente, la ampliación del Vial Tarradellas, que pasará de tener dos carriles en cuatro, y una avenida, también de cuatro carriles, que enlazará Bonavista con el nuevo barrio y que duró el nombre de Josep Maria Recasens. Milà anunció que se modificará el actual trazado de la calle Riu Algar y que la Rambla de Ponent se convertirá en uno de los principales accesos al espacio de la Anilla Mediterránea.

La Anilla, cerrada por la noche

Por su parte, Javier Villamayor invitó a los asistentes al encuentro celebrado en la Albada a hacer a una visita guiada en la Anilla Mediterránea, con el objetivo que los vecinos de la zona «podáis ver como ha cambiado la zona». El comisionado de los Juegos anunció que el recinto de la Anilla permanecerá cerrado por la noche, como el Parque de Saavedra, «por una cuestión de seguridad», entre otros motivos «porque hay un lago con un metro y medio de profundidad». Uno de los asistentes apuntó que hace falta que este espacio se pueda convertir en un lugar de encuentro de personas para hacer botellón.

Villamayor también recordó que, una vez finalicen los Juegos, en el espacio destinado a aparcamiento de vehículos el Nàstic construirá una pequeña ciudad deportiva, con tres campos de fútbol once.

El comisionado dio un repaso de los edificios deportivos que se convertirán en el corazón de los Juegos, como la pista de atletismo, la piscina de cincuenta metros o el pabellón. En relación a esta última infraestructura, Villamayor afirmó que «todas las ciudades de Cataluña de más de 75.000 habitantes tiene un palacio de deportes, menos Tarragona, y gracias a los Juegos lo tendremos». Agradeció la participación del Gobierno de la Generalitat, que es la administración «que lo ha financiado».

A preguntas de uno de los asistentes al encuentro, Villamayor informó de que, una vez finalicen los Juegos, se procederá a la reforma del campo de fútbol del Torrefora, proyectada ya hace tiempo, y que incluirá, entre otros aspectos, la construcción de una visera en la tribuna. Igualmente, se reformará el pabellón donde disputa sus partidos el Club Voleibol Sant Pere i Sant Pau, que necesita ponerse al día.