La mujer de Franch niega haber dicho que su marido fue a los Pallaresos el día de la desaparición de Gallart

La pareja de Ramon Franch, el único acusado por la muerte de la vecina de los Pallaresos Carme Gallart, ha declarado este martes en el juicio que se celebra en la Audiencia de Tarragona que no puede afirmar si el 18 de junio del 2015 él había ido a enseñar una finca en este municipio. La pareja del agente inmobiliario, M. López, se ha contradicho con la declaración que hizo ante el juez de instrucción en septiembre del 2016, cuando afirmó que «sabía» que Franch había visitado una casa que gestionaban en este municipio el mismo día de la desaparición de la víctima. Este martes, sin embargo, la mujer se ha desdicho de aquella declaración y ha atribuido los hechos a un error de transcripción. López ha explicado también que, aquel 18 de junio, hicieron algunos trámites juntos a primera hora y que, después, ella se fue a trabajar y él «a hacer gestiones». Según su relato, Franch fue a comer en casa sobre las tres de la tarde.

Carme Gallart, de 65 años, fue vista por última vez en una parada de autobús de los Pallaresos hacia las once de la mañana del 18 de junio del 2015. Aquel día, Franch y su pareja salieron de casa a primera hora con su Audi A1 e hicieron algunas gestiones juntos fuera de la oficina, según López.

Posteriormente, ha dicho que él se fue a hacer más «gestiones suyas» y que ella se fue andando hasta la inmobiliaria. Según ha relatado a preguntas del fiscal, al mediodía se encontraron en casa para comer. Al día siguiente el viernes volvieron a trabajar y, por la noche, él se fue a cenar con unos amigos y, ella, con unas amigas. El sábado, Franch, «como muchos sábados, cogió la moto y se fue a hacer rutas». El agente inmobiliario salió de casa sobre las cinco de la madrugada y volvió hacia la hora de comer, según su mujer.

La pareja de Franch ha revelado también que en junio del 2015 su relación no iba muy bien. Según ha apuntado, chocaban porque él era «un poco celoso», discutían «bastante» e, incluso, se habían planteado poner fin a su relación. Según la fiscalía, con la excusa de hacer vigilancias a su mujer por una presunta infidelidad, Ramon Franch pidió un coche a una conocida, entintó los cristales y realizó varios seguimientos a la víctima.

El día 18 de junio del 2015, según el ministerio público, después de acabar presuntamente con la vida de Carme Gallart, Franch habría ocultado el cadáver al maletero y, en una fecha indeterminada, habría conducido hasta algún lugar del Pirineo para deshacerse. López ha explicado que su relación sentimental con el agente inmobiliario se inició el año 2006 y que, desde un año antes, los dos trabajaban en la oficina de la Rambla Nova. Sobre la víctima, Carmen Gallart, ha explicado que sólo sabía «que tenía una causa con Ramon» y que había hablado pocas veces.

Durante la segunda sesión del juicio han comparecido varios clientes de la inmobiliaria que han relatado los trámites que llevaban a cabo con la empresa y dos mujeres que creyeron haberla visto en un comercio de Tarragona dos días después. También han declarado como testimonios varios amigos del agente inmobiliario, los cuales habían coincidido con él en Lérida cuando estudiaban Derecho. Según han afirmado, se encontraron para cenar el 19 de junio, como hacían al menos una vez al año, y no vieron nada de extraño en el comportamiento del acusado.

Durante el juicio también ha declarado una de las trabajadoras de la inmobiliaria, quien ha apuntado que en los Pallaresos no tenían demasiada demanda. También ha admitido que, debido a la crisis del sector, «demasiadas ventas no había» y ha afirmado que el año 2015 fue «un año de crisis». La trabajadora ha explicado que agentes de los Mossos le tomaron declaración y le hicieron saber que Franch tenía preparada su liquidación para despedirla, aunque finalmente no la llevó a cabo. La mujer, según ha dicho, lo explicó todo al acusado y este se mostró molesto.

Otro testimonio, que conocía a la víctima de cuando él trabajaba en una oficina municipal de información urbanística, ha relatado que Gallart le habló de su litigio con Franch. «Me mencionó que le iban detrás y que le querían dar un dinero en negro -unos 350.000 o 375.000 euros- y que la mareaban», ha afirmado. Asimismo, ha indicado que Gallart le explicó que Franch la había «enredado» y que le había hecho creer que tenía un comprador para la casa que ella quería vender. A raíz de estos hechos, la mujer interpuso una querella por estafa contra el agente inmobiliario y este, según el fiscal, urdió un plan para acabar con su vida.