La reducción de la velocidad de la A-7 al paso por la ciudad afecta en el radar tramo

La reducción del límite de velocidad en el sector de la autovía A-7 que discurre entre el centro comercial las Gavarres y las instalaciones del Club Gimnàstic entró en vigor ayer. De los 100 kilómetros por hora se ha pasado a 80, un hecho que también tiene en cuenta el radar tramo, que coincide con el trazado en que la velocidad máxima ha sido reducida, según informó el Servicio Catalán de Tráfico. La medida ha sido adoptada por el Ministerio de Fomento para mejorar la seguridad y rebajar el impacto sonoro que genera la circulación de vehículos al paso del A-7 por el interior de la ciudad.

El Grupo Municipal de Esquerra Republicana al Ayuntamiento de Tarragona emitió un comunicado donde afirmaba que «la medida no resuelve el problema de fondo». Esta formación recordó que «hace meses que denunciamos la peligrosidad en las incorporaciones y salidas del A-7, unos carriles que no cumplen con la longitud de seguridad que la normativa fija en 125 metros». El portavoz del grupo, Pau Ricomà, comentó que el mes de noviembre del año pasado el pleno del Ayuntamiento aprobó una moción de ERC «instando al Ministerio de Fomento a adecuar estos carriles a la legislación vigente». Además, la Comisión de Fomento del Senado, a propuesta de ERC, «aprobó, también por unanimidad, el pasado mes de mayo, reclamar al ejecutivo español la mejora de estos accesos».

ERC pide más inversión

En opinión de ERC, «la reducción de velocidad que aplica el Ministerio de Fomento es una medida paliativa pero no resuelve la deficiencia en el diseño de los accesos y salidas», por lo cual «exigimos la inversión necesaria para garantizar la seguridad de esta vía», dijo Ricomà.

Por otra parte, la formación republicana teme que «se queden en el cajón otros aspectos, como la instalación de pantallas acústicas en la zona de las calles de Sant Auguri i Sant Eulogi». Los vecinos de la zona hace años que se quejan del ruido que sufren como consecuencia de la circulación de vehículos y, de manera muy especial, de camiones.

«Aunque la Guardia Urbana ha constatado con sonómetros que el ruido supera los límites recomendados por la OMS, desde Madrid se excusan en la falta de presupuesto para no hacer nada», remarcó Ricomà. El tramo del A-7 a su paso por Tarragona soporta un tránsito rodado de unos 50.000 vehículos diarios. «La reducción de la velocidad al A-7 no tiene que ir en detrimento de eliminar la peligrosidad en los accesos y la instalación de pantallas acústicas», dijo el portavoz de ERC.