Tenderos de la calle Sevilla lamentan que se hagan obras en la previa de la Navidad
El propietario de una bodega dice que, por estas fechas, hace el treinta por ciento del negocio de todo el año
Comerciantes de la calle Sevilla han expresado su preocupación por las consecuencias negativas que les pueden repercutir las obras de sustitución del alcantarillado, intervención que no finalizará hasta bien entrado el mes de diciembre. Para muchas tiendas, estos días empieza la previa de las ventas de Navidad, hecho que les hace temer que los ingresos disminuirán. Las obras empezaron la semana pasada y, según han informado algunos propietarios de tiendas, podrían alargarse hasta la segunda quincena de diciembre. Esta intervención, que también afecta al Passatge d'En Forn, ha obligado a modificar el sentido de la circulación en la calle Eivissa que, mientras duren las obras, será de subida. Los tenderos consideran que el cambio del alcantarillado se tendría que haber hecho en fechas más propicias.
Uno de los profesionales que se siente más perjudicado es Josep Maria Rovira, propietario de una bodega. «En la plaza de la Font o en la Rambla no harían obras por estas fechas», dijo, y subrayó que «tengo una bodega y el treinta por ciento de las ventas las hago antes de Navidad y cuando llegan las fiestas y, según me han dicho, las obras acabarán el 18 de diciembre, cuando el negocio se hace antes». Rovira remarcó que «también vendo vino a granel, los martes y el miércoles viene el camión a descargar y, si no puede aparcar, no sé cómo lo haremos, ya que la manguera tiene unos veinte metros de largo». Además, en esta época del año «vienen clientes a comprar cajas de vino y cava, y a recoger lotes, y si no pueden entrar en la calle con el coche, es un perjuicio».
En opinión de Rovira, «tendrían que hacer obras en calles comerciales como Sevilla en otras épocas del año, a en enero o febrero, meses en que todo está más parado». La situación «es terrible». El propietario de la bodega explicó que «tengo clientes que, los fin de semana, vienen de otras zonas de la ciudad, como Boscos, a comprar garrafas de agua, algunos se llevan veinte, y el pasado domingo el número bajó en unas cien». «Para mí, los días antes de Navidad son los más importantes del año y el cambio del alcantarillado que están haciendo es como si para Sant Jordi cerraran por obras una calle donde hay tres librerías», comparó.
«No es el mejor momento»
Por su parte, Neus Montcusí, propietaria de una tienda de moda, afirmó que en la calle se comenta que «hay vecinos que tienen dificultades para utilizar los parkings». Además, el primer día de obras se prohibió bajar por la calle Eivissa que, hasta que acabe la intervención, es sólo de subida para los vehículos, «pero no se pusieron las señales y hubo coches que subían y bajaban al mismo tiempo». Montcusí añadió que «el calendario no acompaña porque en esta zona hay muchas tiendas y nosotros ya estamos preparando la Navidad». «Tendría que haber más gente trabajando», añadió.
El también tendero Toni Portet comentó que «nunca gusta que hagan obras como esta en tu calle, pero se tiene que comprender». La sustitución del alcantarillado «se tiene que hacer, pero las obras alteran la normalidad y quizás se tendrían que llevar a cabo en otras fechas». Portet indicó que las obras «no afectan a los peatones, sí a los coches, y los trabajadores que las hacen son muy agradables». Sin embargo, remarcó que «duran más de un mes y hay otras fechas mejores para hacerlas». Mientras, un comericante que prefirió mantener el anonimato dijo que «el problema del alcantarillado se tiene que solucionar, pero de manera más rápida y en otra época del año: ahora es cuando nosotros más trabajamos». Este comerciante afirmó que las obras perjudican a los propietarios de parkings «porque tienen que sacar los coches antes de las ocho de la mañana».