El ICIQ vuelve a acercar la química a 120 familias con un taller poco usual
Los participantes descubren la magia de la química con experimentos que pueden repetir en casa
La Semana de la Ciencia tiene el objetivo de impregnar a los jóvenes de pasión por los experimentos, las fórmulas y los secretos del conocimiento. El Instituto Catalán de Investigación Química, sin embargo, va más allá: acerca la química a familias mediante experimentos caseros. De esta manera, padres, madres e hijos pueden disfrutar de una actividad poco usual en la ciudad de Tarragona y, a la vez, «despertar las inquietudes de los niños hacia la búsqueda y la investigación», según expresaba la doctora del ICIQ, Laia Pallejà, quién imparte el taller que se celebra en el auditorio del ICIQ.
El tema central escogido por la edición de este año de 'Química en familia' es 'La química de los alimentos'. Los asistentes –sesenta niños a cada sesión– hacen arte abstracto con leche y jabón, fabrican pilas con limones y naranjas, ven el ADN de las fresas y, como hacen los cocineros modernos, deconstruyen huevos con ingredientes que todo el mundo tiene en casa. Los pequeños, cuando llegan al auditorio, se encuentran con seis mesas donde los esperan los experimentos. Todos los participantes tienen que completar la totalidad de las actividades y, para hacerlo, pueden contar con la ayuda de sus padres. «Este año hemos vuelto a llenar todas las plazas y los padres están encantados con el taller. Muchos ya vienen desde hace algunos años», informaba Pallejà.
Gracias a esta iniciativa, los más pequeños pueden iniciarse en el mundo de los experimentos y la investigación , un hecho que Pallejà echa de menos en el sistema educativo. «Evidentemente, faltan talleres como este, por eso sería genial que nosotros pudiéramos llevar a cabo clases extraescolares», expresaba la doctora, quién añadía que «desgraciadamente, todavía no tenemos bastantes recursos para poder hacer este proyecto realidad». Sin embargo, muchos de los asistentes en el taller pueden repetir la experiencia en la época estival. «Hacemos centros de verano científicos para que los niños puedan seguir formándose», detallaba Pallejà. Sesenta tarraconenses seguirán creciendo como químicos.