El Ayuntamiento derribará cuatro quioscos vacíos y en «mal estado»

El Ayuntamiento de Tarragona derribará cuatro quioscos que actualmente se encuentran vacíos y sin actividad. Se trata de cuatro locales que históricamente han formado parte del día a día de la ciudad, pero que hace algunos años que se encuentran en «mal estado», según ha informado a este medio el concejal de Dominio Público del consistorio, a Josep Acero. De hecho, el último concurso público que realizó el Ayuntamiento con el objetivo de atraer inversores por los quioscos, el año 2014, no tuvo el éxito que se esperaba.

Los quioscos que se derribarán se ubican en el centro de Tarragona. Se trata del local situado en la calle Cronista Sessé, de los equipamientos que hay en la Rambla Nova ante los números 115 y 105 –en este hay dos quioscos y sólo irá al suelo el que se encuentra en peores condiciones, en la esquina con Rovira i Virgili- y del quiosco con que hay en el chaflán entre la avenida Marquès de Montoliu y la calle Sant Antoni Maria Claret. Todos ellos, ha asegurado Acero, «se encuentran en muy mal estado y con las persianas completamente llenas de pintadas». De hecho, todos los quioscos menos el de Cronista Sessé ya quedaron desiertos al último concurso público, pensado para llenarlos de actividad y realizado el año 2014.

Todos estos equipamientos han formado parte de la rutina de la sociedad tarraconense desde hace décadas. Ahora, sin embargo, se destruirán para conseguir «amplitud» en la vía pública, un factor «muy necesario» en espacios como la Rambla Nova, según ha expresado el concejal de Dominio Público. El Ayuntamiento no tiene previsto, pues, construir nada ni sustituirlos. Por otra parte, y según ha dicho el mismo concejal, algunos de los quioscos ya no serían legales debido a la nueva normativa de accesibilidad.

El derribo de los quioscos será inminente. Según ha informado Acero, «se trata de una actuación muy sencilla que se realizará antes de que lleguen las fiestas de Navidad». Así pues, Tarragona verá cómo, en los próximos días, desaparecen cuatro espacios emblemáticos que, con el paso del tiempo, han perdido importancia y atractivo para los inversores. Así lo demuestran los últimos concursos públicos que el Ayuntamiento había puesto en marcha para darles actividad. Los costes de las actuaciones oscilarán entre los 12.000 y los 14.000 euros, a razón de unos 3.000 euros para cada quiosco. El consistorio está estudiando la posibilidad de derribar, también, el resto de quioscos vacíos que se encuentran en otras partes de la ciudad. Hoy por hoy, sin embargo, estos son los únicos que irán al suelo.