Los mossos insisten en que Franch fue a los Pallaresos el día de la desaparición de Gallart y varios días antes
Los peritos de la defensa cuestionan la validez del análisis de telefonía hecho por la policía y dudan de que se pueda ubicar el acusado en los Pallaresos
El juicio sobre la desaparición de Carme Gallart ha continuado el miércoles por la tarde con las últimas pruebas periciales antes de la declaración del acusado, Ramon Franch, que se producirá este jueves por la mañana. Agentes de la Unidad Central de Personas Desaparecidas y de la Unidad Central de Monitorización de los Mossos D'Esquadra han desgranado al jurado las ubicaciones del teléfono móvil del acusado en varias fechas clave, obtenidas a partir de los datos de antenas de telefonía. Los peritos policiales han confirmado que Franch se desplazó a los Pallaresos al menos diez veces entre el 7 de mayo y el 18 de junio del 2015, presuntamente para hacer seguimientos de la víctima. Además, los mossos han ubicado al acusado y la víctima en la zona del aparcamiento de la Baixada del Toro, en Tarragona, el mismo día de la desaparición de Gallart. En el transcurso de un intenso careo, los peritos contratados por la defensa han replicado que los mossos partieron de datos erróneos para ubicar las antenas de telefonía y que no es posible afirmar que Franch hubiera sido en los Pallaresos analizando, tan sólo, el área de cobertura de los repetidores.
Las periciales de telefonía han contado con los informes de cinco agentes de los Mossos D'Esquadra y de tres especialistas contratados por la defensa de Franch. Durante varias horas, todos ellos han tenido ocasión de exponer sus conclusiones y de rebatirse los argumentos cara a cara, bajo la atenta mirada de los miembros del jurado popular que tendrán que decidir sobre la culpabilidad o la inocencia del agente de la propiedad inmobiliaria.
Los agentes han ratificado que, en base a las antenas de telefonía que abastecían su teléfono móvil en cada momento, Franch se desplazó a los Pallaresos en una decena de ocasiones entre el 7 de mayo y el 18 de junio del 2015, el día de la desaparición de Gallart. Durante estas visitas, que se solían producir siempre alrededor de las once de la mañana, Franch dejaba de tener datos móviles y sólo recibía llamadas o SMS. La hipótesis de los agentes es que se desplazaba para hacer seguimientos de la víctima y que, durante este tiempo, desactivaba la Internet porque así creía que no se lo podría localizar.
Uno de los argumentos esgrimidos por la defensa ha sido que los mossos no han podido determinar si la víctima, Carme Gallart, se encontraba a los Pallaresos durante las visitas que Franch hacía a este pueblo y, por lo tanto, si efectivamente lo hubiera podido vigilar o no. Según han remarcado los peritos contratados por el acusado, el análisis de las antenas no ofrece una posición exacta del teléfono sino una zona de cobertura y, a su parecer, no es posible afirmar que Franch fue a los Pallaresos. Para los mossos, aquella antena sólo presta servicio en el ámbito de este municipio y, por lo tanto, el teléfono de Franch estuvo indudablemente bajo su alcance.
Los expertos de la defensa han señalado, también, que los mossos partieron de unos datos de posicionamiento erróneos de las antenas, dado que Movistar había confundido latitud con longitud en sus informaciones técnicas. Los agentes, sin embargo, han confirmado que las coordenadas se corresponden efectivamente con la ubicación de los repetidores. Uno de los peritos, en su informe, también ha cuestionado que la policía no detallara si el repetidor de la Mora correspondía a Móra la Nova o Móra d'Ebre, en la Ribera de Ebro. En cambio, los agentes se referían a la urbanización de la ciudad de Tarragona que lleva este nombre y que es próxima al domicilio de Franch.
Los mossos han hecho notar que la esposa de Franch se mantenía en Tarragona mientras él se desplazaba en los Pallaresos, aunque el acusado había pedido prestado el vehículo a una amiga, según su versión, para seguirla porque sospechaba que le era infiel.
Los investigadores de la policía han exhibido recreaciones en vídeo de los movimientos del acusado en otras fechas, como ahora el viaje fugaz a la provincia oscense el 31 de mayo -dónde pasó poco más de media hora con los datos móviles desactivados- y lo que hizo en el mismo lugar el 20 de junio, presumiblemente con el cadáver de Gallart ya en el interior del maletero, según los mossos. En esta ocasión, pasó más de dos horas y media sin conexión de Internet en el móvil hasta que emprendió la vuelta.
Los mossos sostienen que Gallart desapareció de manera «no voluntaria»
Por otra parte, los peritos de los Mossos D'Esquadra han confirmado que la vecina de los Pallaresos desaparecida interrumpió toda su actividad vital el 18 de junio del 2015 de una manera «no voluntaria» porque no se ha puesto nunca más en contacto con familiares o amigos, ni ha hecho uso de sus redes sociales, de sus productos bancarios, ni de ningún servicio público de la administración como el CatSalut, que solía utilizar recurrentemente. Asimismo, tampoco se preocupó de sus padres mayores -a los cuales cuidaba- ni asistió a su funeral cuando fallecieron este año 2017.
Además, han recordado que estaba pendiente el juicio por estafa contra Franch, inicialmente previsto por finales de septiembre y, después, pospuesto a petición del acusado hasta mayo del 2016. «La incomparecencia de Carme Gallart llama especialmente la atención porque, después de casi nueve años de lucha para salir de la difícil situación que ha estado pasando, a tres meses del juicio abandona toda posibilidad de ser resarcida de su patrimonio y de vivir con mejores garantías económicas, decir nada ni dar ninguna indicación a su abogado», ha subrayado uno de los agentes de la Unidad Central de Personas Desaparecidas.