Joan Martínez Vergel. Periodista
«Todos nos hemos preguntado alguna vez si cambiaríamos alguna cosa que hemos hecho»
El periodista y escritor presenta este lunes, a las 19h, en El Corte Inglés de Tarragona, su primera novela, El día que pasó todo
—Cómo surge la idea de la novela?
—Esta es mi primera novela de ficción. Antes había hecho un ensayo sobre el mundo homosexual [Gái, el quinto poder ], y un anecdotario sobre el mundo del funcionariado [Anécdotas de funcionarios ], pero tenía ganas de crear personajes y ambientes, sentirme un poco dios. Los personajes te lo permiten, los creas como quieres, los sitúas en el espacio que te interesa y los puedes hacer hacer lo que quieras. Incluso matarlos.
—Por qué decide estructurarla con saltos temporales? Es un recurso casi cinematográfico.
—Hay quien se ha leído el libro y me ha dicho que parece más una película que una novela. Quería que el centro de lo que pasaba estuviera casi al final de todo, y eso me hizo jugar con muchos flaixback, que por otra parte me han creado muchos problemas a la hora de ligarlos, era complejo. Pero me parecía que me darían el ritmo que podía conectar las historias, que están como desatadas, pero que al final tienen un nexo común.
—Hablamos de la historia. La trama gira en torno a la venganza como forma de justicia. Hasta qué punto es justificable, para los personajes?
—Este libro quiere que nos hagamos preguntas en este sentido. Todos nos hemos preguntado alguna vez 'Si pudiera volver atrás, cambiaría la manera cómo actué?' I eso también nos habla de los remordimientos y de cómo nos acompañan en la vida. También de la venganza, de las veces que quizás hemos tenido la sensación de que la vida o las personas no eran justas, y sobre si es justa la venganza. Al final, la historia gira en torno a la cuestión de sí la venganza tiene una recompensa o no. Y además juega con personajes que están muy indefensos desde el punto de vista de la madurez, son jóvenes sin la madurez emocional necesaria para afrontar según qué actitudes.
—El hecho que desencadena toda la historia es un acto delictivo, que es cometido por una sola persona, pero con la complicidad de otros. El lector puede tener la sensación que le interesa más hablar la complicidad, de sus silencios, que del culpable.
—Sí, lo he hecho así para dar un poco más de misterio. Si me centraba mucho en el personaje principal daba demasiadas pistas de cómo era y de sus debilidades. Pero combinándolo con los otros hace dudar un poco, no parece que aquel que es culpable del todo, lo sea desde el principio. Al mismo tiempo, también quería describir bien la parte de culpa de cada uno: al final el motivo, la culpa y la causa son diferentes para cada persona.
—En la novela todos los personajes acaban siendo perdedores. Era la intención desde el principio?
—No, fueron evolucionando a medida que iba escribiendo. El final de la historia me pareció que era lo mejor que podía pasar. Incluso los personajes que no mueren dejan de tener complicidades, amistades, y pierden una parte de sí mismos, mueren de alguna manera. Física o espiritualmente, todos han perdido una parte importante de sí mismos.
—La historia transcurre en un ambiente universitario pero también de la noche y de la prisión. Cómo se ha documentado?
—Yo he estudiado periodismo en la universidad, también he sido profesor. Además soy una persona que viene de barrio de gente inmigrada, y algunas de las vivencias del barrio las sientes como tuyas también. Después hay todo lo que ves, escuchas, las películas que te gustan... El mundo de la imaginación permite llegar tan lejos como se quiera.
—Esta ha sido su primera incursión en el mundo de la novela. Cómo se ha sentido y qué regusto le ha quedado?
—Me he encontrado muy cómodo, aunque también me he sentido más desnudo. Cuando escribes ensayos sobre testimonios reales, hay bastante de plasmar en el papel lo que la gente te dice. Pero a la hora de inventarte una historia surgen muchos miedos, quieres que la historia enganche, que tenga sentido, que se entienda... Es como si escribieras sin escudo, como pasar un examen muy bestia. Pero me ha gustado mucho, y de hecho ya estoy escribiendo otra, pero esta será una historia con mucho más humor.