Tarragona estudiará la instalación de más cámaras de videovigilancia en la ciudad

El Ayuntamiento de Tarragona estudiará la instalación de videovigilancia en varios puntos de la ciudad después de hacer una valoración satisfactoria de los primeros meses de funcionamiento de una veintena de cámaras en las calles de la Parte Baja. Así lo ha confirmado este jueves el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Javier Villamayor, después de la reunión de la Junta Local de Seguridad. En este encuentro se ha constatado una evolución positiva de los delitos en la ciudad, con una reducción de los hechos delictivos del 3,8% en cinco años. En relación al año pasado, los robos con violencia han caído un 17%, especialmente los tirones en la vía pública. Después de los hurtos, los robos con fuerza en el interior de vehículos son los delitos más habituales en la ciudad y, de hecho, por estos casos se han detenido hasta 51 personas.

La Junta Local de Seguridad ha hecho una valoración positiva del sistema de videovigilancia estrenado hace seis meses en la Parte Baja. El concejal Villamayor ha confirmado que el próximo año, una vez se hayan analizado los datos, estudiarán la instalación de cámaras en otros puntos de la ciudad, como urbanizaciones y zonas con viviendas diseminadas. Las cámaras graban las 24 horas del día y se controlan desde la sala de control de la comisaría. Según el jefe de la Guardia Urbana, Enrique Fernández, los dispositivos mejoran la percepción de seguridad, son una herramienta disuasiva y conforman una posible prueba de cargo de los infractores.

Datos «razonables» de hechos delictivos

La Junta Local de Seguridad ha analizado positivamente la evolución de los delitos en la ciudad, a pesar del repunte del número de denuncias. La comparativa interanual muestra un importante descenso de los robos con violencia -han caído un 17,4%-, y que sube hasta un 38,9% en el caso de los tirones. Con respecto a los robos con fuerza a domicilio, los datos muestran un ligero descenso del 0,5%. Del total de delitos en la ciudad, los hurtos siguen siendo la tipología más numerosa con un 43% del total.

El jefe del ABP de los Mossos en el Tarragonès, Vicenç Lleonart, ha considerado que se trata de unos «datos razonables» y satisfactorias, especialmente por la disminución de los delitos violentos. El balance también ha sido positivo en el ámbito de la accidentalidad, que se ha reducido un 2% en un año. Tampoco se han registrado víctimas mortales en la zona urbana, los atropellos han caído un 28% y los trece heridos graves representan un 24% menos que el año anterior. El 9% de las 3.000 pruebas de alcoholemia y drogas practicadas han acabado en denuncia, mientras que de los 53.000 vehículos controlados por exceso de velocidad, se ha denunciado el 6% -unos 3.350.

Protocolo para evitar robos y actos vandálicos en centros educativos

El Ayuntamiento, Mossos y Guardia Urbana trabajan en un protocolo para evitar los robos y actos vandálicos que se han registrado en los últimos meses en centros escolares, un hecho que se ha dado tanto en la ciudad como en otros municipios del Tarragonès. Recientemente se han mantenido reuniones con la dirección de algunos centros y se trabaja en la redacción de un decálogo con medidas preventivas, en las que se recuerda la necesidad de revisar el correcto cierre de las instalaciones, hacer inventarios del material y evitar guardar en el centro dinero en efectivo -por ejemplo, de provisiones o ventas de lotería. Una de las medidas adoptadas será la formación de conserjes y personal de la comunicado educativa para que se extremen las precauciones.

Durante este año, se han registrado once casos de intrusión en escuelas de la ciudad, la mayoría por cometer actos vandálicos, según la Guardia Urbana. El inspector de los mossos Vicenç Lleonart ha adelantado que, en estos casos de vandalismo, las investigaciones señalan hacia personas del entorno próximo al centro, principalmente jóvenes, alumnos o exalumnos.

La Guardia Urbana ignoraba los planes de la policía española el 1-O

Aunque la Junta no ha tratado el dispositivo con motivo del referéndum del 1 de octubre, el jefe de la Guardia Urbana, Enrique Fernández, ha asegurado que desconocían los planes de la policía española durante la jornada y que su tarea se limitó a garantizar la seguridad del tráfico. «Ni siquiera sabíamos los lugares donde iban, ni con qué objetivo, ni cuáles eran las sedes de los colegios», ha afirmado. Además, Fernández ha negado que hubiera ninguna coordinación con la policía española, tal y como había cuestionado la CUP de Tarragona. «No les hicimos de guía, ni necesitaban nuestra guía», ha lanzado.

Por otra parte, el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Javier Villamayor, ha descartado la compra de armas largas para la Guardia Urbana, dado que la normativa que regula el armamento no lo contempla -prevé sólo armas cortas. Asimismo, en materia antiterrorista el concejal ha confirmado que mantendrán las vallas de hormigón que hay instaladas en zonas de alta concurrencia para evitar atentados, como la Rambla Nova o los mercadillos. Villamayor ha recordado que el nivel de alerta sigue siendo elevado, de 4 sobre 5.