El juicio por la muerte de Clara Zapater y Marta Acosta empieza el viernes

El próximo viernes, 8 de diciembre, es una fecha marcada a fuego para las familias de Clara Zapater y Marta Acosta, la tarraconense y la cambrilense que fueron dos de las víctimas mortales de la tragedia que ocurrió el 24 de julio del 2010 durante el concierto de la Love Parade, en Alemania, en el cual perdieron la vida 21 jóvenes y más de 600 resultaron heridos como consecuencia de una avalancha humana que se produjo en este festival de música que no cumplía las normas de seguridad y superó su aforo. En el Tribunal de Duisburg (Alemania) empezará el juicio por determinar la posible culpabilidad de las personas que se sentarán en el banco de los acusados. El juicio se llevará a cabo en el Centro de Congresos de Dusseldorf, con capacidad para 500 personas, a causa de la gran expectación que ha levantado.

El abogado tarraconense y padre de Clara, Paco Zapater, manifestó a esta redacción que «es sorprendente» que entre los acusados no estén los principales responsables: el alcalde de Duisbug cuando sucedió la tragedia, Adolf Sauerland; el propietario de la empresa que organizó el concierto, Roy Schaller, y el jefe de la policía responsable de la seguridad. «En el banquillo de los acusados se sentarán segundas y terceras personas, hombres sin rostro, porque al fiscal alemán le ha faltado atrevimiento», dijo Zapater quién, a pesar de todo, se mostró «optimista», pero también apuntó que «ya veremos dentro de un año cuál es el resultado».

Puede prescribir

Las sesiones del juicio se harán hasta el 20 de diciembre del 2018. Es por este motivo que Zapater teme que los hechos puedan prescribir. «Si el 24 de julio del 2020, cuando se cumplan diez años de la tragedia, no se ha dictado sentencia, el juicio quedará automáticamente prescrito y todo el esfuerzo hecho no habrá servido de nada». «Queremos hacer presión para que eso no suceda» y, con este objetivo, «asistiremos personalmente a las primeras sesiones del juicio y a las que sean más importantes durante el 2018». Zapater añadió que, de prescribir el caso, «sería un desprestigio para la justicia alemana y, para nosotros, un golpe muy duro ya que hace muchos años que estamos batallando».

El padre de Clara afirmó que «es importante haber llegado hasta aquí, después de siete largos años de lucha, y eso ha sido posible, entre otros factores, gracias al apoyo de numerosas personas que se han solidarizado con nuestra causa». Zapater añadió que «sentimos una decepción y un temor: la decepción, que en el banquillo de los acusados no se sentarán los que, para nosotros, son los principales responsables, y el temor en que el caso pueda prescribir».

Uno de los deseos que Zapater quiere ver cumplir es que «las conclusiones del juicio mejoren los protocolos para que tragedias como esta no se vuelva a repetir en el futuro». «No pueden repetirse situaciones como aquella», subrayó.

Hace falta recordar que el pasado mes de julio las familias de las víctimas de la Love Parade presentaron más de 354.800 firmas al Tribunal Superior de Dusseldorf para reclamar la reapertura del caso después de que el juez hubiera decidido su archivo.