Los campings de Tarragona llevan al Tribunal Supremo el tercer carril ferroviario
Afirman que el futuro aumento del tráfico de trenes, sobre todo de mercancías, afectará negativamente
La Asociación de Campings de Tarragona, Costa Daurada y Tierras del Ebro ha llevado al Tribunal Supremo (TS) las modificaciones que el Corredor del Mediterráneo reportará en un futuro al trazado férreo de la costa, donde coinciden numerosos establecimientos del sector. El presidente de la asociación, Joan Antón, ratificó la preocupación existente en el sector por los cambios que, a priori, prevé hacer el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), dependiendo del Ministerio de Fomento.
El crecimiento del transporte de viajeros y mercancías por la línea de costa hará que aumente el ruido, factor que, en opinión de la asociación, puede resultar negativa para el sector. Muchos de los campings afectados se encuentran a sólo unos metros del trazado ferroviario. Adif contempla adecuar la vía actual de ancho ibérico a trenes de ancho internacional con la introducción del denominado tercer hilo, que hará posible la utilización de los dos modelos en un mismo trazado. Cerca de 39 kilómetros de recorrido discurren, precisamente, por el ámbito territorial donde están enclavados los campings. El transporte ferroviario de mercancías acostumbra a hacerse por la noche y de madrugada, cuando es sensiblemente menor el de personas.
No es la primera ocasión en que Asociación de Campings de Tarragona, Costa Daurada y Tierras del Ebro intenta frenar la implantación del tercer carril, pero, hasta ahora, sin éxito. El juzgado 3 del Contencioso de la Audiencia Nacional ya rechazó sus pretensiones. La argumentación hacía especial énfasis en el hecho que la línea férrea no se nueva y las obras que se quieren llevar a cabo no implican cambios de especial relevancia. La sentencia, a partir de alegaciones presentadas por Adif, concluyó que la construcción del tercer hilo no implicaría un aumento significativo del tráfico de mercancías.
Por otra parte, la Audiencia valoró la necesidad de mejorar la eficiencia de las comunicaciones en un territorio donde están enclavadas cuatro estaciones de viajeros, un centro logístico y las derivaciones en empresas de los polígonos industriales del Campo de Tarragona que reciben productos y los exportan a Europa, o las instalaciones de la Autoridad Portuaria.
La diversidad de opiniones radica en la Ley del Ruido, que obliga en el Estado a elaborar una declaración de impacto ambiental cuando se trata de nuevas infraestructuras. Ahora la cuestión es si el Supremo interpreta que el tercer hilo es una obra nueva o la actuación de Adif implica la intervención en un trazado ya existente.