«Si ganan los unionistas, volveremos al pasado y destruirán la cultura y la educación»
El número 1 de los cupaires afirma que «los partidos del bloque del 155 están haciendo una campaña basada en el miedo»
—Por primera vez es cabeza de lista en unas elecciones.
—A la CUP no hay gente que esté en frente o detrás. Cada uno ocupa su perfil y puede hacer cualquier tarea. No me viene de nuevo hablar con medios, cosa que hago desde los 15 años, cuando militaba en Maulets.
—¿Qué piensa cuando un rival político que se presenta a las elecciones –Xavier García Albiol- dice «a por ellos »?
—Estamos viendo que el bloque unionista pronuncia un discurso racista. Dicen que Cataluña está dividida en dos bloques, como en los años sesenta, pero es falso. Hay muchas familias de origen castellano que tienen miembros independentistas y yo tengo excompañeros de clase, de Reus de toda la vida, que son unionistas. En diez años han venido a Cataluña 1,5 millones de personas de fuera a las cuales se los segrega sus derechos, como con leyes que los excluían de la sanidad.
—¿Considera que por parte de algunos la campaña está siendo especialmente virulenta?
—No es una campaña de partidos, es una campaña del Estado. Estas elecciones son una farsa. Cospedal ha dicho que son para que gane el bloque constitucionalista. El Estado quiere ganarlas con una campaña del miedo. Prohíbe a los yayos que se concentren en Reus con lazos amarillos y permite que TV1 no ponga un anuncio nuestro. Es la campaña de un Estado policial, judicial e, incluso, alguna persona de la Iglesia dice que nos excomulgará. Soy historiador y sé que el Estado español siempre ha actuado así. La diferencia es que estamos en el siglo XXI y la gente no tolera según qué cosas. Lo importante es que instituciones como el Parlamento, los ayuntamientos y los consejos comarcales vayan en al misma dirección.
—¿Qué pasará si ganan los unionistas?
—Volveremos al pasado. Desarticularán las estructuras que nos permiten vivir con un poco de dignidad. Un partido dice que desmontará la conselleria de Cultura. Dicen que la escuela se adoctrina, pero dicen que no es adoctrinamiento cuando en clase de economía se dice que el capitalismo es el único sistema viable. Ya vemos que está pasando con las obras de arte de Sixena por aplicación del 155. . No se hace lo mismo con obras que están en museos de Madrid.
—Desde la aplicación del 155 se han marchado de Cataluña unas 900 empresas.
—Hay elementos que han jugado más que el proceso. El Estado hizo un decreto ley para facilitar a las empresas que se marchen de Cataluña. Es lo mismo que la Caja esté en Barcelona o en Valencia. Las empresas no pagan impuestos aquí, sino en paraísos fiscales. Si tan importante es que estén en Barcelona, Coruña o Cádiz, porque no hacen una ley a fin de que los impuestos se queden aquí y que los beneficios repercuten más aquí. Este es el debate y no rescatar bancos, como se ha hecho desde una aparente normalidad.
—La CUP apuesta por la unilateralidad.
—La unilateralidad es una opción de construir la República. Emplazamos el resto de fuerzas soberanistas al hecho de que apuesten decididamente por la unilateralidad y la República porque eso es continuar con el Parlamento que lo ha aprobado. Pedimos a ERC y Junts por Cataluña que continúen el trabajo iniciado al Parlamento y que fue refrendada el 1–O.
—¿Qué programa tiene a la CUP por las comarcas de Tarragona?
—En el territorio hay muchas problemáticas, como el trasvase del Ebro. La CUP fue la única que se mostró en contra de trasvases en todas las cuencas. También tenemos parques eólicos que afectan comarcas como la Terra Alta. Nosotros somos partidarios de aplicar una moratoria para hacer una nueva normativa. Los molinos no son energías limpias porque estropean el paisaje y el dinero que generan va a bolsillos privados. Y pedimos el cierre de las centrales nucleares y buscar formas energéticas más socializadas En esta próxima legislatura se tiene que hacer camino hacia un proceso constituyente. Tenemos muchos problemas estructurales en nuestro territorio.
-Pongame algún ejemplo.
— Tenemos que disuadir de aplicar al modelo turístico de sol y playa y que se destine más inversión en el aeropuerto. O tener en cuenta que tenemos una industria envejecida que en cualquier momento puede cerrar. Se tiene que avanzar en nuevos modelos y establecer un proceso de debate.
—No son los únicos apartados donde la CUP quiere introducir cambios.
—Hay muchas cuestiones generales, como el modelo sanitario. Un ejemplo es el caso Innova, en Reus. Con dinero público se fomenta que la gente vaya a las mutuas. También, que haya barracones en escuelas muy próximas en donde se construye la Anilla Mediterránea. Estos son aspectos que se tienen que afrontar. Y el hecho de que el Baix Penedès sea la comarca de Cataluña con más paro y se haya convertido en una comarca dormitorio de Barcelona.
—Imagino que también les preocupa el estado de las infraestructuras.
—El Corredor del Mediterráneo avanza a cámara lenta y con sobrecostes indignantes, el A-7 se hace por tramos y el servicio de cercanías es deficitario. Coger uno alrededores de Tarragona en Barcelona costa 16 euros, cuando si cuatro personas van en coche sale más trueco.
—¿Cómo valora el 1-O?
—pudieron votar a todos los ciudadanos, tuvieran el color de piel que tuvieras o de cualquier religión. Nuestro proyecto de República es resultado de un acuerdo del Parlamento para toda la población. En estas elecciones se tiene que convalidar el referéndum. Contra el racismo, inclusión. Tenemos que construir una República social.