La llegada de Ikea se retrasa por culpa de la urbanización del PP10
El concejal de Economía y Hacienda, Pau Pérez, anunció que la urbanización se retrasará y no se terminará hasta el verano de 2019
Las obras de urbanización del PP10, el denominado Plan Parcial de Ikea, se retrasarán y no acabarán hasta el verano del año 2019. Así lo confirmó el concejal de Economía e Hisenda del Ayuntamiento de Tarragona, Pau Pérez, durante la presentación de los presupuestos municipales del próximo año. Una de las partidas de los presupuestos, dentro del apartado de las inversiones, es la que se dirige a estas obras. Tiene un presupuesto de 1.350.0o9,33 euros y es lo único que proviene de recursos propios del consistorio.
Esta urbanización es fundamental para la llegada de Ikea a la ciudad. Según expresaba el 30 de octubre este rotativo el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Tarragona, Josep Maria Milà, la construcción del complejo comercial está supeditada a la urbanización del PP10. «Se tiene que adjudicar y las obras podrían empezar a inicios del próximo año», expresaba Milán hace unas semanas. Finalmente, sin embargo, las obras tendrán que esperar unos meses más, hasta el verano de 2018.
Sin embargo, Pérez aseguró que la licencia de Ikea llegará «bastante pronto». Así pues, es toda una incógnita saber cuándo empezarán las obras de la superficie comercial. La multinacional sueca necesita que la zona esté urbanizada para poder empezar a construir, así que todo hace apuntar que la llegada de Ikea a la ciudad se retrasará todavía más. El Ayuntamiento pronosticaba que la licencia se pudiera dar a finales de este año, pero los tempos no se están cumpliendo.
Según recordaba Milán, en el PP10 se construirá, además de la tienda de Ikea, 1.200 viviendas, de las cuales más de 300 serán de protección pública «y muchos se destinarán a alquiler social». En esta zona donde estuvo el barrio de La Esperanza se operará un cambio urbanístico radical «que permitirá cohesionar la ciudad», una medida que ya preveía el POUM de 1985, que contemplaba la construcción de un nuevo barrio en esta zona del Ponent de Tarragona, una intervención que será una consecuencia directa de la Anilla de los Juegos Mediterráneos. La urbanización del PP10 contempla, igualmente, la ampliación del Vial Tarradellas, que pasará de tener dos carriles en cuatro, y una avenida, también de cuatro carriles, que enlazará Bonavista con el nuevo barrio y que duró el nombre de Josep Maria Recasens. Milà anunció que se modificará el actual trazado de la calle Riu Algar y que la Rambla de Ponent se convertirá en uno de los principales accesos al espacio de la Anilla.