Matías Alonso, candidato de Ciutadans por la circunscripción de Tarragona
«Tenemos que dotar a la sociedad de un proyecto común para volver a aglutinarla»
El cabeza de lista por Tarragona de la formación naranja confía conseguir, con las elecciones del 21-D, «una suma que permita el cambio»
—Ciutadans es el partido que sale más beneficiado por las encuestas, situando la formación en segunda o, incluso, primera posición. Confía con que Arrimadas sea presidenta?
—Hemos salido a ganar. Nuestras aspiraciones son, por una parte, ser la primera fuerza de Tarragona y, por la otra, ser también la primera fuerza en el conjunto de Cataluña. Esta es nuestra idea y las encuestas marcan una tendencia muy positiva.
—Qué cree que ha pasado para que se produzca esta subida?
—Cada vez nos conoce más gente y lo que se ha ido viendo es nuestra coherencia y forma de trabajar. Hasta ahora, en el Parlament de Catalunya, no sólo hemos sido líderes de la oposición, sino que también hemos sido el grupo parlamentario que ha presentado más propuestas, tanto de cariz social, como económico, ocupacional y en educación. La gente, poco a poco, va asimilando que, efectivamente, el voto depositado a Ciutadans es un voto útil. A todo eso, se le tiene que añadir el hecho de que venimos del peor gobierno de la historia de la democracia en la Generalitat de Catalunya, y los ciudadanos se encuentran con una necesidad de cambio primordial. La gente necesita un cambio y el cambio lo puede ofrecer Ciutadans.
—El proceso independentista ha impulsado el partido?
—No, el partido lleva una vía de crecimiento que, de forma clara, proviene del 2015, cuándo Ciutadans entró, por primera vez, en el Parlamento de Andalucía, en el mes de marzo, y, después, consiguió ser la tercera bastante municipalista en número de votos y concejales a nivel español. El crecimiento ha sido continuo. No es ni fruto de un día, ni resultado de una situación política en Cataluña, sino la coherencia de un partido que tiene un proyecto para Cataluña, pero también para toda España.
—Prevéis un posible pacto de gobierno con partidos unionistas?
—Llegar a una mayoría absoluta, tal y como está el electorado a estas alturas, es muy difícil para cualquier partido político. Por lo tanto, nuestra aspiración es ganar las elecciones, ser la fuerza más votada, pero también que haya una suma que permita el cambio. Tenemos identificados, al menos, tres partidos con los cuales el cambio será imposible. Ni el señor Carles Puigdemont, ni el señor Oriol Junqueras ni la CUP están en la línea del cambio, sino que nos están diciendo claramente devuelvan el mismo conflicto para seguir viendo cómo las empresas se marchan y como se pierden oportunidades para el conjunto de Cataluña. En cambio, Ciutadans está dispuesto a dar apoyo a las fuerzas que se muevan en una línea similar a la nuestra, en caso de que no fuéramos el partido más votado. Si, por el contrario, consiguiéramos estar al frente, esperamos que el resto de fuerzas sean capaces de dejar de lado el interés meramente partidista y que piensen en el conjunto de los catalanes.
—Si gobernarais, cuál sería la situación? Seguiría el 155?
—El 155 es un instrumento dentro de la Constitución y, por lo tanto, lo que pueda pasar está en manos del Estado español. En todo caso, dentro de nuestros objetivos, el primer paso es acabar de una vez por todas con el proceso y el callejón sin salida en el cual nos ha puesto este gobierno separatista. El segundo paso será conseguir que las empresas que han huido vuelvan lo más pronto posible, si es que es posible, y, en todo caso, que no sigan huyendo. Por lo tanto, se tiene que trabajar para garantizar una seguridad jurídica y económica.
—Y la Generalitat...
—Se tienen que recuperar las instituciones democráticas de la Generalitat. Hay que recordar que a quien dio una vez la democracia en Cataluña fue el gobierno de Junts pel Sí conjuntamente con la CUP. Ellos mismos suspendieron el Parlament, lo tenían atado de manos y pies al servicio exclusivo de los designios del gobierno de la Generalitat y al margen de los intereses generales.
—Lo que tampoco se puede negar es que una parte de los ciudadanos están por la independencia. Cómo satisfaríais esta parte de la sociedad?
—La gente tiene que tener claro que las propuestas independentistas son de hacer volar palomas, y eso se ha visto y lo han reconocido. No tenían la mayoría, ni lo esperaban, pero les daba igual. Sencillamente, han ido directamente, y ahora, lo que tenemos que hacer es recuperar la convivencia y dejar de dividir, como ha hecho el gobierno de la Generalitat. Tenemos que dotar a la sociedad de un proyecto común para poder volver a aglutinarla, porque lo que tenemos claro es que no se puede vivir de un sueño sin sentido. La realidad es la que es.
—No creéis que un referéndum pactado solucionaría la problemática?
—No se trata de cifras, sino de si crees o no crees. Pensamos que andar hacia la independencia no tiene ningún sentido. Otra cosa es que ha habido partidos, que, por interés partidista, han vendido esta historia. Hay que recordar que, hasta hace cuatro días, Artur Mas decía que no era independentista, y, de sopetón, se revolvió. Él sabrá los motivos. Lo que necesitamos es una España fuerte, unida y reformada, porque Cataluña es nuestra tierra, España nuestro país y Europa nuestro futuro. No tenemos que aspirar a separarnos del resto de españoles, sino a estar integrados dentro de una futura unión de estados europeos.
—Qué haríais si vuelve a gobernar un partido independentista?
—No me lo quiero ni imaginar. Volveríamos a estar en el mismo punto de quiebra y eso es inviable.
—Más allá de la independencia, cuál es el principal problema de Cataluña?
—A nivel social, estamos en la cola de muchas cuestiones. Tenemos las más largas listas de dependencia, unas importantes listas de espera en el ámbito sanitario, una financiación por cápita de la sanidad pública muy baja... Tenemos que recuperar todo aquello que hemos perdido con los recortes que hemos sufrido.
—Pensando en Tarragona, qué es lo que necesita la provincia?
—Por una parte, remontar el empleo, y es que nuestra provincia tiene comarcas con las peores tasas de paro. Por otra parte, también se tiene que trabajar en la reindustrialización de algunas zonas, así como en el ámbito de las infraestructuras.
—Y sobre turismo?
—Se tiene que apostar claramente por el turismo, porque es, aproximadamente, el 30% del PIB de la provincia y es, junto con la petroquímica, el principal motor. Necesitamos un turismo sostenible, con garantía de calidad y diversificado, y es por todo eso que se necesita seguridad jurídica, porque, sino, es difícil que los proyectos puedan llegar a buen puerto.