Municipal
Cs se abstendrá y permitirá la aprobación de los presupuestos municipales de Tarragona
ERC, el PDeCAT, la CUP e ICV votarán en contra, mientras que se desconoce todavía el voto de UxA y de la concejala no adscrita
La aprobación de los presupuestos municipales para el año 2018 se aprobará este viernes al plenario del Ayuntamiento gracias a la abstención del grupo de Ciutadans, que cuenta con tres concejales después de que Beatriz Pérez abandonara hace unos meses la formación naranja. Así pues, las cuentas tendrán el apoyo del equipo de gobierno –PSC y PP-, con el voto a favor de los nueve concejales socialistas y los cuatro de los populares –13 en total. Por el contrario, ERC –4 concejales–, el PDeCAT –2 concejales–, la CUP –2 concejales– e ICV –una concejala– votarán en contra. A falta de conocer cuál será el posicionamiento del concejal de Units per Avançar (UxA), Josep Maria Prats, y la concejala no adscrita, Beatriz Pérez, los presupuestos se aprobarán por, como mínimo, 13 votos a favor, 9 en contra y 3 abstenciones.
El equipo de gobierno formado por los socialistas y los populares no acusará la baja en el pacto de Josep Maria Prats (UxA), quien abandonó la concejalía de Cultura después de los hechos del 1 de octubre. Su voto podría haber sido decisivo en caso de que Cs hubiera posicionado en contra de las cuentas elaboradas por el concejal de Economía y Hacienda, Pau Pérez (PSC). Eso, sin embargo, no será así, porque tal como confirmó ayer a este medio el líder de la formación naranja, Rubén Viñuales, el viernes nos abstendremos.
La decisión del grupo municipal de Cs podría sorprender si se tiene en cuenta que el año pasado votó en contra de unos presupuestos «similares» en los de este año, según la calificación del resto de la oposición. Los presupuestos del 2017 recibieron los votos a favor del PSC y del PP, que en aquella ocasión tuvieron el apoyo de Josep Maria Prats.
El 28 de noviembre de 2016, el portavoz de Cs, Rubén Viñuales, tildó «temerario» supeditar la inversión en venta de patrimonio. Este año, entre las inversiones previstas, figura una partida de 1 millón de euros que se dedicará a los barrios; 1.300.000 euros para impulsar el desarrollo del PP10 (plan parcial de Ikea); 500.000 destinados al Banco de España; 350.000 para sustituir las 119 islas de contenedores soterrados; y 200.000 para mejoras en los polígonos industriales, 100.000 euros para la adecuación del Camp de Mart y 100.000 más para la adquisición de vivienda social. En todo caso, sin embargo, la más destacada es la que tiene el objetivo de abrir al público la Font dels Lleons, con un presupuesto de 1,95 millones de euros. Y todas estas inversiones estarán supeditadas a la venta de patrimonio, con excepción de la urbanización del entorno de Ikea, realizada con recursos propios.
Habrá que esperar para conocer los motivos de la formación naranja para aprobar los presupuestos. El año 2016, también reclamaban una partida por presupuestos participativos y un plan|plano de choque|shock en los barrios, cuestiones que aparecen este año con un gasto de 15.000 euros para la participación ciudadana y de 8,8 millones de euros para los barrios.
Por su parte, desde de ERC, la CUP y el PDeCAT han sido claros. Albert Abelló (PDeCAT) y Laia Estrada (CUP), criticaron duramente que las inversiones estén supeditadas a la venta de patrimonio. «Se les tendría que caer la cara de vergüenza», manifestó el jefe de los demócratas, que considera que el equipo de gobierno «se está riendo de los tarraconenses y tarraconenses». «Han vuelto a hacer unos presupuestos de espalda a la ciudadanía. No hay ningún tipo de voluntad de hacer participar ciudadanía y las inversiones son una tomadura de pelo, sólo se paga con recursos propios la urbanización del PP10», decía la portavoz de los anticapitalistas.