Diez islas de contenedores quedan obsoletas antes de ser estrenadas

Diez islas de contenedores soterrados serán eliminadas en los próximos meses a pesar de no haber sido estrenadas, después de que el Ayuntamiento de Tarragona haya tomado la decisión de sustituir 240 contenedores de estas características por otros de superficie once años después de ponerlos, por obsoletos. Este hecho ha implicado hacer un gasto económico innecesario bastante importante. La construcción de las 95 primeras islas tuvo un coste de 7.118.071 euros, de los cuales el 80% fueron financiados por la Unión Europea y el 20% restante por el Ayuntamiento. La primera isla se habilitó en julio del 2006 en el barrio de Sant Pere i Sant Pau.

El Ayuntamiento informó de que las diez islas que no han entrado en servicio de manera oficial y que serán clausuradas se encuentran en calles del entorno del Hospital Joan XXIII, como la que hay en la calle Josep Maria Alomà, que todavía conserva uno de los plásticos que se pusieron para impedir que la gente vertiera desperdicios, pero también hay en las proximidades de la plaza Verdaguer.

Estas islas se colocaron en una zona que se acababa de urbanizar y donde todavía no se ha edificado. El hecho de no haberse producido un crecimiento urbanístico como consecuencia de la crisis económica ha sido el motivo por el cual los contenedores han sido clausurados desde su instalación, dijo el Ayuntamiento. De hecho, esta redacción pudo comprobar este martes que los orificios de algunos contenedores siguen precintados, mientras que otros fueron forzados por ciudadanos para introducir objetos, a pesar de no estar operativos de manera oficial. Otros, presentan desperfectos y, en algunos casos, se aprecian elementos a medio meter y que sobresalen.

El Ayuntamiento informó de que las diez islas no estrenadas serán las últimas en ser retiradas, dado que en algunos de los lugares donde están ubicados no reside gente por la ausencia de edificios.

Además de la obsolescencia, los contenedores soterrados distribuidos por el término municipal también serán retirados porque han sido cuestionados por entidades vecinales a causa de los malos olores que desprenden. El año 2012 la Asociación de Vecinos de la Ciudad de Tarragona desde Sant Ramon y Sant Salvador ya denunció la fuerte peste que desprendían los contenedores soterrados del barrio y pedía una limpieza en profundidad de estos.

Las primeras islas que serán retiradas de la vía pública son las que se encuentran en el barrio del Serrallo. La Autoridad Portuaria se hará cargo de unas obras que empezarán a inicios del 2018.